¿Creían Ustedes acaso que a los Cascos Blancos, esa organización fantasmagórica, se la había tragado la Guerra de Siria? No; lo que ha ocurrido es que andaban escasos de fondos últimamente porque su tarea no es tan caritativa como parece.
Ahora el Departamento de Estado quiere remediar esa situación y ha anunciado oficialmente una entrega de cinco millones de dólares para sus arcas. De esa manera la organización terrorista podrá reanudar de nuevo su tarea humanitaria, que tantos premios le ha granjeado, incluído un Óscar de Hollywood.
Esos héroes han ayudado a salvar a más de 114.000 personas en Siria, según el Departamento de Estado. Ahora se encuentran cercados en el enclave de Idlib, junto con sus colegas de Al Qaeda.
Es el último reducto terrorista que queda en Siria, bajo la protección militar de Turquía y, por lo tanto, de la OTAN.
¿En qué se gastarán esos cinco millones de dólares los Cascos Blancos que quedan en Idlib?, ¿en material sanitario?, ¿de primeros auxilios?, ¿ambulancias? No lo sabemos. Nosotros sospechamos que comprarán cañones de calibre M40 de 105/106 milímetros sin retroceso, cohetes antitanque y equipos de radios cifrados.
El viejo cañón M40 sin retroceso (106x607R milímetros) de la década de los cincuenta ha sido reemplazado por el misil antitanque BGM71 Tow, un arma ampliamente suministrada a los yihadistas sirios por Estados Unidos. Sería un retroceso para el arsenal yihadista en un momento muy difícil.