“Hoy van contra Venezuela, Nicaragua y Cuba, como ayer contra Irak, Libia y Siria. ¿Mañana contra quién más?”, cuestionó el mandatario cubano en un mensaje publicado el sábado en Twitter.
Díaz-Canel censuró que Washington ataca a Caracas, Managua y La Habana, ya que los Gobiernos de estos países son independientes y soberanos. “EE.UU. insulta a las naciones soberanas al convocarlas a ser cómplices de su política imperial”, repudió.
Las naciones soberanas, enfatizó en otro comentario, nunca acatarán las órdenes dictadas de Estados Unidos, que recurre a amenazas y presiones para conseguir sus metas imperialistas y sucias.
Desde su independencia del Reino Unido en el año 1776, Estados Unidos ha pasado 222 de sus 243 años implicado en conflictos o guerras, que han acelerado el deterioro de la estabilidad y la paz a nivel mundial y han promovido directa o indirectamente el auge del terrorismo en el mundo.
Entre otras agresiones, EE.UU. invadió Irak en 2003, so pretexto de poseer armas de destrucción masiva y prometió establecer allí la democracia. Esta invasión no solo no logró la estabilidad de Irak, sino que fue caldo de cultivo de grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe).
Desde la llegada al poder de Donald Trump (en enero de 2017), Estados Unidos, ha aumentado las acciones hostiles contra los países independientes del mundo.
En América Latina, ha endurecido las presiones hacia los Gobiernos izquierdistas, como Venezuela, Cuba, Bolivia y Nicaragua, a los que ha impuesto rondas de sanciones unilaterales. Se ha esforzado además al máximo para orquestar golpes de Estado contra dichos países a fin de sustituir a los Ejecutivos soberanos e independientes por títeres a sus órdenes.
Diferentes expertos regionales denuncian que los esfuerzos de Washington tienen como fin apropiarse de los abundantes recursos naturales de la región, especialmente del petróleo y del oro.