Alejandra García Elizalde|BEIJING.— La guerra de aranceles que iniciara EE. UU. contra China ya comienza a cobrar sus primeras víctimas y no se trata solo de Huawei. Aunque la multinacional tecnológica del gigante asiático ha recibido las primeras balas de la confrontación –la más peligrosa de las últimas décadas, según expertos, por los perjuicios que supone para la economía mundial–, Apple, la empresa estadounidense de equipos electrónicos, software y servicios en línea, parece ser una de las firmas más afectadas en la disputa.
Huawei ya se prepara para la vida sin Google, pero gracias a la guerra económica que inició EE. UU. a principios de 2018, Apple reporta una pérdida 52 mil 710 millones de dólares en la Bolsa, lo que significa una caída de 5,81 %, un efecto de la respuesta de China a los aranceles ordenados por el presidente Trump.
De acuerdo con un reporte financiero de esa compañía norteamericana correspondiente al último trimestre, el beneficio neto de la empresa seguirá bajando a pesar de los intentos por frenar a Huawei, pues el fabricante chino no ha cedido espacio y continúa siendo una fuerte competencia. Según la Corporación Internacional de Información (IDC, por sus siglas en inglés), Huawei colocó en el mercado este 2019, 59,1 millones de smartphones, lo que significó un crecimiento del 50,3 % respecto al año pasado. Con esta cifra se ubicó por encima de Apple, que vendió 36,4 millones de iPhones y reportó una caída del 30,2 %.
EE. UU. SUBESTIMA A HUAWEI
El auge de China como una potencia económica capaz de disputar a EE. UU. su hegemonía mundial es una realidad cada vez más inminente, y ello pone en riesgo los postulados de «America First» de Trump. Desde principios de 2017, han entrado en una fase de competencia estratégica que, al parecer, llegó para quedarse y no es casual que Huawei sea hoy su principal amenaza. Según analistas, el motivo parece resumirse en tan solo dos letras: 5G.
La quinta generación de telefonía móvil, tecnología impulsada por Huawei, se ha convertido en la nueva «arma de destrucción masiva» en la guerra declarada por Trump a China, asegura el diario español El País. EE. UU. parece no tolerar que sea el gigante tecnológico asiático el que lidere la nueva propuesta, que ampliará el espectro de interconexión y facturará, según estimaciones, 11 mil millones de dólares en 2022. El Presidente estadounidense ya lo dejó claro el pasado mes de abril: «5G es una carrera que ganaremos». Aseguró también que su país no podía dejar que otras potencias pudieran competir en este mercado.
Pero nada frena a Huawei. Recientemente, el jefe de la división de consumo de la empresa asiática, Richard Yu, dijo que el OS propio de la compañía estará listo en otoño para usarse en China y el próximo año en el resto del mundo. Informes citados por Russia Today señalan que el Hongmeng, sistema operativo que Huawei está desarrollando –nombrado así en honor a un personaje de la mitología china– actualmente se encuentra en fase de prueba y se espera que sustituya al sistema de Google de forma gradual.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, instó al gobierno estadounidense «a que corrija el mal acto de usar el poder del estado para derribar empresas extranjeras, buscar intereses ilegítimos, perturbar el mercado y socavar la cooperación internacional».
EL CONTROL DE EE. UU. SOBRE LAS TECNOLOGÍAS QUE USAMOS A DIARIO
Huawei se sigue enfrentando a un bloqueo, generado por el gobierno de Trump –luego de acusar reiteradas veces a la empresa china de espionaje, sin ninguna evidencia pública–, que demuestra cómo, misteriosamente, gran parte de la tecnología que el mundo usa día a día está relacionada de alguna manera con EE. UU. La SD Association, el consorcio internacional de la industria de fabricantes de tarjetas de memoria SD y microSD, retiró a Huawei de la lista de compañías que pueden utilizar este estándar de unidades de memoria, lo cual podría quitarle a la compañía china el derecho a emplearlas en sus dispositivos. Previsoramente, en octubre de 2018, Huawei había presentado la nueva NM Card (Nano Memory Card), con la cual buscaban sustituir a las microSD. Estas tarjetas son más pequeñas y con velocidades de transferencia de hasta 90MB/s, el equivalente a las SD UHS-I de clase 3, demostrando que está preparada ante su salida de la SD Association.
A esto se suma el bloqueo a la Wi-Fi Alliance, encargada de establecer los estándares para el uso de la tecnología inalámbrica y cuyos miembros incluyen a Apple, Qualcomm, Broadcom e Intel. Además, Microsoft retiró a Huawei de uno de sus sitios web que ofrece equipo de nube, aunque no se ha precisado si revocará la licencia a la empresa china para utilizar el sistema operativo Windows. Otra que también se queda sin Huawei entre sus filas es Jedec, un grupo que se encarga de desarrollar estándares en semiconductores y definir las especificaciones para el uso de memorias RAM.
Queda claro. La arremetida de EE. UU. y sus aliados es hoy contra Huawei, pero mañana será contra cualquier empresa de las potencias emergentes que se atreva a desplazar a las de siempre, aun cuando eso implique que ambas partes sufran las irremediables consecuencias.