Según algunas fuentes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), milicia kurdo-siria que cuenta con el respaldo de Washington, la reunión examinó el apoyo militar de las fuerzas israelíes a las milicias kurdas en las zonas norte y este de Siria que tienen bajo su control, así como las relaciones entre los kurdos e israelíes y sus formas de desarrollo.
Estas fuentes enfatizaron que el exministro de asuntos militares de Israel, Avigdor Lieberman, prometió el apoyo del régimen de Tel Aviv siempre que se establezca la gestión conjunta con el Consejo Nacional Kurdo y otros partidos políticos kurdos en la formación de este acuerdo de gestión.
En la referida reunión clandestina y de alto nivel que se llevó a cabo el pasado 10 de mayo, tomaron parte Salih Muslim, del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo); Eldar Khalil, del Movimiento por una Sociedad Democrática (TEV-DEM), y Shauz Hasan, uno de los altos cargos de los kurdos.
Las fuentes agregaron que si estaban de acuerdo con los términos israelíes acerca de la “gestión compartida”, entonces, Israel ayudará a establecer un Kurdistán en Siria como en Irak.
El régimen de Israel siempre está explorando métodos y vías para apoyar y facilitar el establecimiento de un Estado kurdo “independiente” que comprenda parte de los territorios de Irak, Siria y Turquía, y que, por supuesto, secunde al régimen de Tel Aviv y sus políticas.
Israel ha mantenido lazos militares, de inteligencia y comerciales con la región del Kurdistán desde la década de los sesenta. El apoyo israelí a la separación del Kurdistán de Irak se explica mirando el pasado (buenas relaciones, básicamente secretas), el presente y el futuro (geopolítico).
Desde principios del siglo XX algunos judíos kurdos se mantuvieron activos dentro del movimiento sionista. La gran mayoría de los judíos kurdos fueron transferidos desde el norte de Irak (Kurdistán iraquí) hasta los territorios ocupados a principios de 1950 en el marco de la judaización de Palestina.