El Gobierno estadounidense ha decidido cesar los entrenamientos de los pilotos turcos para el manejo de los cazas furtivos de quinta generación Lockheed Martin F-35 Lightning II, que se realizaban en el aérodromo Luke de la Fuerza Aérea de EE.UU., sita en el estado de Arizona, informó Mike Andrews, portavoz del Pentágono.
“El Departamento es consciente de que los pilotos turcos en la base de Luke no están volando”, indicó el vocero del Departamento de Defensa de EE.UU., en una entrevista concedida el lunes a la agencia británica de noticias Reuters.
El Pentágono anunció el viernes que si Ankara decidía seguir adelante con su compra de los sistemas de defensa aérea S-400 a Rusia, Washington en represalia tomaría medidas para reducir la participación de Turquía en el programa de los cazas F-35.
“Sin un cambio en la política de Turquía, seguiremos trabajando estrechamente con nuestro aliado turco para poner fin a su participación en el programa de los F-35”, reiteró Andrews.
EE.UU. ha fijado, de hecho, el 31 de julio como fecha límite para que Turquía renuncie a la compra de los sistemas antiaéreos rusos S-400 y ha advertido que de no hacerlo, excluirá de manera completa a Ankara del programa de los F-35.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, volvió a rechazar el martes pasado las presiones y amenazas de sanciones de EE.UU., y aseguró que Ankara no dará un paso atrás en la compra de los S-400 rusos por intimidaciones de Washington.
Erdogan ha expresado, asimismo, la voluntad de Turquía para colaborar con Moscú en la producción de los sistemas S-500, considerados por expertos como un gran desafío para los cazas F-35 estadounidenses.
Ante la posibilidad de que Washington excluya a Ankara del programa de los F-35, el Gobierno ruso se ha dicho dispuesto a vender a Turquía sus propios cazas Sujoi Su-57, aviones de quinta generación alabados por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, como “el mejor avión del mundo”.