Washington, reitera la política de embargos y presión económica contra la República Islámica, subrayando que Estados Unidos sancionará a cualquiera empresa que suministre financiamiento a la industria petrolera o al Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.
Según la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Morgan Ortagus, si Irán se mantiene firme o reacciona ante las medidas de la Administración de Donald Trump, como el eventual cierre del estrecho de Ormuz si no se le permite al país persa comercializar su crudo, la economía iraní “será desmoronada” por Washington.
“La única solución a las tensiones con Irán es alcanzar un nuevo y mejor acuerdo que aborde todas las amenazas del país persa”, declaró ayer lunes la portavoz estadounidense.
Ortagus puso de relieve la voluntad expresada por el presidente y el secretario de Estado de Estados Unidos, Donald Trump y Mike Pompeo, respectivamente, para entablar diálogos a fin de acercar posturas.
Según las autoridades iraníes, la situación actual no es adecuada para sostener diálogos con Estados Unidos debido a la retirada ilegal de Washington del acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) y la reinstauración de las sanciones levantadas en virtud del mismo.
Ante la intensificación de las presiones estadounidenses, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán anunció el 8 de mayo que Teherán cancelaba, a partir de dicha fecha, algunos de sus compromisos en el pacto nuclear para “defender los intereses nacionales del pueblo iraní”.
Empero, la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. estimó que suspender la implementación de los compromisos del acuerdo puede poner en peligro la seguridad internacional.
Ante el sabotaje de Washington, Irán esperó un año para que los signatarios europeos del pacto nuclear cumplan con sus compromisos y reaccionen ante la reimposición de las sanciones por EE.UU., sin embargo, Europa no ha podido realizar medidas prácticas para salvar el acuerdo multilateral.
En la actualidad, la República Islámica llama a EE.UU. a repensar su actuación frente al acuerdo y compensar al país persa por los daños infligidos al respecto.