Eugenio Suárez Pérez.— El 11 de junio de 1959, en horas tempranas del día, Fidel fue a Palacio y le solicitó a Luis Buch su criterio sobre Raúl Roa García. Al final le manifestó que estaba pensando proponerlo como Ministro de Estado.
Al poco rato le llegó al líder de la Revolución una solicitud de licencia por 45 días presentada por Urrutia, y sorprendido manifestó: «Miren lo que piensa hacer el Presidente, solicitar licencia por 45 días para disfrutar vacaciones con su familia, en el preciso momento en que está al originarse una crisis de gabinete, y produciéndose una campaña internacional de descrédito contra la Revolución».
El problema era más serio porque no estaba prevista su sustitución temporal, pues en la Ley Fundamental no existía el cargo de Vicepresidente. De inmediato, Fidel le indicó a Augusto Martínez Sánchez, ministro de Defensa Nacional, persuadirlo, pero la misión fue infructuosa. Fidel decidió ir personalmente y hablar con Urrutia, y este retiró la solicitud de licencia.
Cuando comenzó la sesión del Consejo de Ministros, Roberto Agramonte Pichardo, ministro de Estado, pidió permiso para retirarse, porque tenía concertada una cena con el señor Phillip Bonsal, embajador de Estados Unidos. Dirigiéndose al Consejo, Fidel preguntó si había algún inconveniente para que se ausentara y al no recibir respuesta negativa, le contestó a Agramonte: «Sí, doctor, es muy importante que usted acuda a la cita».
En esa sesión se sustituyeron varios ministros. Fidel también anunció que el ministro de Estado, Roberto Agramonte Pichardo, sería sustituido por el doctor Raúl Roa García.
El 12 de junio, Fidel despidió en el aeropuerto de Rancho Boyeros al comandante Ernesto Che Guevara, quien al frente de una delegación gestionaría la apertura de nuevos mercados para los productos cubanos en el Medio Oriente y Asia, con el itinerario siguiente: Madrid, El Cairo, Irak, Sudán, Indonesia, Ghana, Pakistán, India, Japón, Marruecos y de allí nuevamente a Madrid, para hacer el viaje de regreso.
En el teatro de la Central de Trabajadores de Cuba, a las 11 de la noche del viernes 12 de junio, se realiza la toma de posesión de los comités ejecutivos de los sindicatos gastronómicos. Después de varios oradores, a las dos y cuarto de la madrugada, Fidel inició el discurso que concluyó el evento, y aclaró que ser cubano no es simplemente llamarse cubano y que Cuba era cubana por primera vez.
El sábado 13 de junio, a solo seis meses de la Revolución en el poder, Fidel inauguró la primera playa del pueblo en Bacuranao, pues La Habana tenía todas las playas cercadas.
Al mediodía del lunes 15, hace una visita inesperada al local de la Federación Estudiantil Universitaria, en el Alma Mater, donde trata algunos aspectos de las dictaduras de Nicaragua y Santo Domingo.
El 17 de junio Fidel acude al programa de televisión Comentarios Económicos del Canal 4-CMBF.
En un momento de su intervención explicó que la celebración del próximo 26 de Julio se haría con una gran concentración en La Habana de medio millón de campesinos. Y recabó de los habaneros el alojamiento de los campesinos.
El 18 de junio se informó que el Consejo de Ministros había acordado la posibilidad de que los trabajadores pudiesen obtener préstamos de la Caja Postal de Ahorros, con el propósito de acabar en Cuba con la usura practicada por los «garroteros», y aprobó la confiscación de todos los bienes de la Compañía de Fomento del Túnel de La Habana, S.A. El Instituto Nacional de Reforma Agraria recibió la concesión para operar el Túnel de La Habana y percibiría los impuestos que produjera por concepto de peaje.