En un informe publicado el sábado, la revista estadounidense Newsweek duda de la veracidad del vídeo de mala calidad emitido el jueves por el Ejército de EE.UU., que muestra supuestamente el momento en que miembros de un buque de la Armada iraní tratan de eliminar un dispositivo sin explotar de uno de los petroleros que se vio afectado por una serie de explosiones en el mar de Omán.
La revista cita las afirmaciones de expertos que señalan que los ataques contra los buques tienen características de acciones llevadas a cabo por el régimen de Israel, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Arabia Saudí, e incluso Estados Unidos.
“El historial de EE.UU. en la obtención de evidencias de guerra no es bueno”, afirma William Church, exinvestigador militar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), quien se refiere a las falsas evidencias instrumentalizadas por Washington durante la historia, como el ataque a un barco suyo en el Golfo de Tonkin en 1964 para lanzar la guerra contra Vietnam, y a sus mentiras sobre las armas de destrucción masiva como preludio de la guerra contra Irak.
“Entonces, cuando se producen estos ataques a petroleros, tenemos que preguntarnos por qué y cuáles son las motivaciones, además de examinar la evidencia”, agrega Church, que se desempeñó durante muchos años como oficial de inteligencia de EE.UU. en Oriente Medio y África Oriental.
Según Newsweek, otros señalan la posibilidad de que tanto los ataques del jueves, así como los sabotajes contra cuatro petroleros en las mismas aguas hace un mes, son operaciones de “falsa bandera” de Israel, para que Irán parezca responsable.
Y algunos incluso sugieren que los ataques pudieron haber sido dirigidos por miembros de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, como un pretexto para lanzar operaciones militares contra la República Islámica.
Asimismo, Anthony Cordesman, un experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, ubicado en Washington, señala a Newsweek que es posible que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos hayan fabricado los incidentes con la intención de usarlos como un instrumento para aumentar la presión contra Irán.
El jueves, los buques cisterna Front Altair y Kokuka Courageous, de empresas japonesas, pero pabellón de las Islas Marshall y de Panamá, respectivamente, se incendiaron por causas aún desconocidas en el mar de Omán.
La Armada iraní respondió de inmediato a la señal de socorro de los petroleros siniestrados cerca del puerto iraní de Yask, en la provincia de Hormozgan (sur), y rescató a 44 tripulantes de los buques.
Teherán ha calificado de “sospechosas” las explosiones en los dos buques, vinculados a Tokio, pues se produjeron en medio de la histórica visita a Irán del primer ministro de Japón, Abe Shinzo.