El Pentágono ha invertido desde 2008 21,7 millones de dólares en subvenciones a proyectos científicos de doble propósito y relacionados con el Ejército estadounidense en decenas de universidades alemanas, informa el semanario germano Der Spiegel. La publicación examinó bases de datos sobre las adquisiciones del Gobierno de EE.UU. entre 2008 y 2019. Los proyectos violan a menudo legislación alemana que promueve la no violencia.
La mayoría de los proyectos estadounidenses giraron en torno a la tecnología y las ciencias naturales, y no parecen directamente vinculados al Ejército. Pero solo aparentemente: la publicación alemana llama a analizarlos al detalle.
Por ejemplo, las autoridades estadounidenses concedieron una subvención, valorada en 1,72 millones, a la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich para buscar un reemplazo para el RDX, un explosivo muy utilizado desde el siglo XIX.
Otro centro, el Instituto Alfred Wegener para Investigación Polar y Marina, obtuvo 973.000 dólares entre 2013 y 2017 para desarrollar un sistema basado en infrarrojos que permita la detección de ballenas. Der Spiegel cree que esta tecnología, inútil para los militares a primera vista, podría emplearse en operaciones submarinas, calificándola de «un ejemplo clásico de lo que es el doble uso».
Según algunas de las descripciones de los proyectos del propio Departamento de Defensa, la investigación fue crucial para la «mejora de los programas u operaciones del Ejército» y ayudó a garantizar que no hubiera «sorpresas tecnológicas para nuestra nación».
Algunos de los fondos llegaron incluso en violación de las leyes locales, según apunta Der Spiegel. Concretamente, el estado occidental de Renania del Norte-Westfalia exige que los académicos contribuyan a «un mundo sostenible, pacífico y democrático» y que estén «comprometidos con objetivos pacíficos». Sin embargo, numerosas universidades locales se comprometieron con proyectos financiados por el Pentágono que tenían claras aplicaciones militares.