Al entrar al canal de la bahía de La Habana, la fragata Almirante Groshkov, que pertenece a la más nueva generación de barcos de guerra rusos, atracó en la terminal de cruceros del puerto habanero, que despidió hace 10 días al último crucero de Estados Unidos.
El embajador de Rusia en Cuba, Andréi Guskov, y los representantes del mando de las Fuerzas Armadas cubanas han visitado la fragata, tras anclar.
La fragata Almirante Gorshkov está equipada con el sistema artillero A-192 Armat de 130 milímetros de calibre, con una velocidad de 30 disparos por minuto y un alcance de hasta 22 kilómetros.
Con un desplazamiento de 4500 toneladas, 135 metros de eslora, 15 de manga y velocidades de hasta 29 nudos, unos 53 kilómetros por hora, el navío está dotado de lanzaderas para 16 misiles antibuque Onix o Kalibr-NKE y un sistema de defensa antiaérea Poliment-Redut.