Julian Assange corre el riesgo de ser torturado en caso de extradición a Estados Unidos, donde sería procesado por la difusión de documentos gubernamentales.
Así lo advirtió el enviado especial de la ONU contra la tortura Niels Melze, en cartas enviadas a los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Ecuador y Suecia, tras visitar al fundador de Wikileaks en la cárcel el pasado mayo.
«En consideración al fuerte prejuicio público contra el señor Assange en Estados Unidos, hay serias razones para dudar de que reciba un justo proceso, respetuoso de los derechos humanos. Y si el señor Assange tuviera que ser extraditado a Estados Unidos, sería expuesto a un riesgo real de tortura u otras penas o tratamientos crueles, inhumanos o degradantes», escribió en su informe.
De acuerdo con lo observado por el funcionario de la ONU en su visita, Assange mostró «todos los síntomas típicos de la exposición prolongada a grave estrés psicológico», y advirtió que, sin acceso a un psiquiatra, su salud mental podría seguir deteriorándose.
Asimismo, Melzer denunció que Assange no tiene acceso a una biblioteca o computadora, lo que «obstaculiza gravemente su capacidad de preparase en forma adecuada para los múltiples y complejos procedimientos legales pendientes en su contra».
El tema en contexto
Con 47 años, Assange fue arrestado en abril en Londres y condenado a 50 semanas de reclusión por violar los términos de su libertad provisional en 2012.
El mes pasado el gobierno británico autorizó su extradición a Estados Unidos, aunque la decisión corresponde a la magistratura londinense.
ANSA