Camagüey, Cuba(Prensa Latina).— El proyecto social de la Revolución cubana que procura la equidad entre las personas sin distinción, resulta uno de los móviles que propician hoy la visita y admiración de la brigada de Solidaridad Venceremos.
Antes de continuar su recorrido por el oriente de Cuba, Rachelle Faroul, activista política nacida en Nueva York, comentó a Prensa Latina que ‘acá las personas negras son tan bien recibidas y atendidas como el resto, en mi país, especialmente en Brooklyn, lucho constantemente por los derechos de los negros a sus tierras porque aún somos discriminados’.
‘Este es un país que vive con el ejemplo de Fidel, y es mi responsabilidad ayudar a este pueblo que tiene un orgullo nacional mezclado con espíritu de solidaridad, y así lo hicieron con Haití y Barbados en sus procesos de independencia, los países de mis padres’, comentó Faroul.
Muestra de respeto por la apertura económica de Cuba, Faroul se manifestó sobre el auge de los pequeños negocios en Cuba ‘que tiene un gobierno que apoya también esa forma de gestión privada sin olvidar los derechos y obligaciones que tenemos todos, además sin distinción de razas’, sentenció.
Sarah Staggs, otra de las norteamericanas que recorren por estos días la mayor de las Antillas, interrumpió su jornada de trabajo voluntario para confesar que ‘quiere terminar con el absurdo del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, un país tan digno, y si puedo colaborar lo hago, en especial en la producción de alimentos’.
De padres mexicanos, Nadir Rubén Romo, administrador de escuelas primarias en Los Ángeles, conoce -dijo- de las ‘restricciones que tenemos tantos y tantos latinos para acceder a los Estados Unidos, y a eso se suma que somos bombardeados con una información de Cuba que contrasta con la vida real’.
Este es un pueblo con tantos valores, y un gobierno consciente de las limitaciones pero justo, y eso lo llevo a mi país para que se conozca, comentó con Prensa Latina.
Fieles enamorados de los principios de la Revolución cubana, los integrantes de la Brigada retan al imperialismo y las intenciones del gobierno de Estados Unidos, en momentos en que arrecia la Ley Helms-Burton en especial con la aplicación del Título III.