Ante el conocimiento público, a través del Boletín Oficial del Estado, de un listado de republicanos españoles deportados y fallecidos en los campos nazis de concentración, y detectando la ausencia de cientos de nombres de personas fallecidas en ellos, que no forman parte de esos datos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) considera la información incompleta y reclama al Gobierno que facilite más datos.
Así, la ARMH insta al Gobierno a utilizar la investigación de los historiadores Benito Bermejo y Sandra Checa, que es la más completa al respecto según afirman desde la asociación, ya que incluyó los libros enviados desde Francia en los años 50 y porque fueron investigadas las fuentes originales en Francia y Alemania. Se trata del “Libro Memorial” que lleva colgado en la web del Ministerio de Cultura desde que ocupó esa cartera Carmen Calvo en 2006.
Además, desde ARMH solicitan la publicación del listado de nombres de deportados que sobrevivieron y fueron liberados en los campos y que de igual modo sufrieron la intervención del gobierno franquista y las gestiones de Ramón Serrano Súñer ante sus aliados nazis para que fuera el ejército de Hitler quien llevara a cabo las deportaciones.
También instan al Gobierno a hacer públicos, de una vez por todas, los documentos relativos a las estrechas relaciones que mantuvo el Estado franquista con la Alemania nazi, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, relacionadas con asuntos militares, transporte de objetos y recursos económicos, piezas de arte, personas que entraron en España, así como los movimientos que se produjeron en España de miembros de las Fuerzas Armadas del III Reich.
Así mismo, ARMH entiende que la participación del Estado franquista en la deportación de esos casi 10.000 republicanos españoles merece un ejercicio de responsabilidad y son, por lo tanto, víctimas de la dictadura por lo cual deberían ser reparadas. En ese sentido se podrían utilizar para su reparación los lingotes de oro nazi que tienen estampada una esvástica y que se encuentran depositados en el Banco de España, ya que se sabe que no tienen nada que ver con el robo de oro a los judíos y por lo tanto sin un recurso disponible.