Sancti Spíritus, Cuba (Prensa Latina) La tasa de mortalidad infantil de 3,8 por cada mil nacidos vivos que exhibe hoy esta provincia central evidencia la calidad del sistema de salud cubano y la sitúa otra vez en la avanzada del país.
De acuerdo con los expertos, el anterior indicador refleja los resultados del Programa Materno Infantil (PAMI) en los últimos cinco años.
En opinión del doctor Frank García, jefe del PAMI en la Dirección Provincial de Salud, además de la mortalidad infantil en cero en cuatro municipios el territorio muestra un índice de bajo peso al nacer de 4,3, por debajo de la media nacional.
La disminución de la mortalidad perinatal está, asimismo, entre los avances de este programa.
El también especialista de primer grado en Medicina General Integral y en Ginecobstetricia dijo a la prensa local que para lograr los citados indicadores se fortaleció la atención obstétrica, al menor de un año y al recién nacido.
Durante el pasado año la mortalidad infantil en la provincia espirituana cerró en 2,9 por cada mil nacidos vivos, la cuarta más baja del país.
Cuba alcanzó al cierre de 2018, por segundo año consecutivo, la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, con 4,0 por cada mil nacidos vivos.