Rusia avisa que el líder opositor de Venezuela no actúa de forma independiente en diálogos con el Gobierno y que es títere de los que buscan destruir a Venezuela.
“Estamos viendo intentos de sumar a Venezuela a la lista de países cuyo Estado fue destruido, ante nuestros ojos, mediante agresiones o golpes inspirados desde el exterior”, ha dicho este viernes el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, durante su discurso en el marco de la 74.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en Nueva York (EE.UU.).
Lavrov ha rechazado las conspiraciones urdidas por ciertos países en el mundo para aplicar la doctrina Monroe y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) a Venezuela.
Según el jefe de la Diplomacia rusa, el líder opositor venezolano, Juan Guaidó, —quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela— ha sido la opción de los referidos países para poder ejecutar sus complots en el país suramericano.
Lo que demuestra este hecho, ha proseguido Lavrov, son los “caprichos” de Guaidó en las negociaciones con el Gobierno de Nicolás Maduro, que constantemente cambian, dificultando así el avance de los diálogos.
Venezuela atraviesa una crisis política, siendo objeto de los planes golpistas e intervencionistas de ciertos países, con EE.UU. a la cabeza, en particular después de la autoproclamación de Guaidó.
Washington ha prestado un apoyo omnímodo al golpismo en Venezuela, esforzándose al máximo para derrocar a Maduro con una campaña de presión militar, financiera y mediática denunciada por diferentes países, así como por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El mandatario venezolano ha calificado a Guaidó de un “esclavo” de EE.UU. y un agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés).
Maduro, no obstante, ha contado con el apoyo de sus aliados, entre ellos Rusia, país con el que Venezuela mantiene una buena cooperación en distintos campos, incluido el militar. Moscú en reiteradas ocasiones ha criticado a Washington por inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela y probar una guerra híbrida en este país.
