El expresidente de Ecuador dice que la empresa española que espió a Julian Assange para la CIA, también lo espió a él y a varios miembros de su familia.
“¡Terrible! UC Global me dio seguridad los dos primeros años después de la Presidencia, y también me ha espiado a mí y a mi familia”, apuntó el viernes Rafael Correa en su cuenta de Twitter.
Correa además agregó que Undercover Global S. L., compañía de defensa y seguridad privada española que “trabajaba con Ecuador” y que tenía por encargo velar por la protección de la embajada ecuatoriana en Londres (capital británica) entre 2012 y 2018, “estaba vendida a la CIA (siglas en inglés de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU.)”.
El expresidente adjuntó en su mensaje un artículo del diario El País, publicado el mismo viernes, en el que se señala que los empleados de la mencionada empresa española enviaban a la CIA informes sobre las actividades del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, durante su estadía en la sede diplomática de Ecuador como refugiado.
De acuerdo con el rotativo español, Undercover Global instaló micrófonos en los extintores de la legación diplomática y en los baños de señoras, donde los abogados de Assange se reunían por temor a ser espiados.
La compaña también habría instalado un sistema para que Estados Unidos pudiera seguir todas las grabaciones en directo.
Assange presentó una querella contra el propietario y director de Undercover Global S. L, David Morales, por “delitos contra la intimidad” y “contra el secreto de las comunicaciones abogado-cliente, apropiación indebida, cohecho y blanqueo de capitales”.
Morales que está siendo investigado bajo la orden del magistrado José de la Mata, informó a varios de sus trabajadores que pese a haber sido contratado por el Gobierno de Correa, trabajaba, también, “para los americanos”, a los que supuestamente reportaba documentos, vídeos y audios de las reuniones del activista australiano en la embajada.
El activista australiano se encuentra recluido en la prisión británica de Belmarsh, conocida como “la Guantánamo” del Reino Unido, desde el pasado mes de abril, cuando el Gobierno ecuatoriano le retiró el asilo diplomático y la Policía del Reino Unido le arrestó. Estados Unidos ha solicitado sistemáticamente su extradición para juzgarlo.
El Tribunal de Magistrados del distrito de Westminster de Londres decidió el 13 de septiembre no otorgarle a Assange la libertad condicional hasta que se decida su extradición a EE.UU.
