Rusia ha manifestado a través de su embajada su “enérgica protesta” por el interrogatorio del FBI a una diputada rusa en el aeropuerto de Nueva York (EE.UU.).
“(Una diputada de la Cámara Baja rusa, Inga Yumásheva) fue detenida en el aeropuerto de Nueva York, la condujeron a un espacio aparte y un agente del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) la interrogó durante una hora”, ha afirmado este domingo el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, añadiendo que “además, le propusieron reunirse con un agente del FBI en un ambiente informal para continuar la conversación”.
Según el diplomático ruso, “se trata de un nivel más alto, lamentablemente hay personas que no están interesadas en que se estabilicen las relaciones ruso-estadounidenses en general, el Diálogo Fort Ross es solo una parte, aunque muy importante, de las relaciones ruso-estadounidenses”.
Al respecto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha expresado “enérgica protesta” por lo ocurrido y ha enviado una nota de protesta al Departamento de Estado y pedido que les expliquen el significado de este acto de EE.UU.
Yumásheva, al ser contactada por la agencia rusa de noticias Sputnik, ha rehusado a ofrecer detalles del incidente y ha afirmado que “he informado al embajador ruso, Anatoli Antónov, de lo ocurrido, ahora se ocupan del asunto nuestros diplomáticos”.
Yumásheva ha viajado a EE.UU. para participar en el foro Diálogo Fort Ross que ha tenido lugar el mismo día. Este es un foro de debate ruso-estadounidense inaugurado en 2012 y que reúne a personajes de la cultura, políticos, empresarios y expertos.
En otra medida, Estados Unidos no otorgó visas a diez funcionarios rusos que tenían previsto viajar a Nueva York para asistir a la 74.ª sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebró entre el 17 y el 30 de septiembre.
Al respecto, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que la denegación de visados de EE.UU. a la delegación rusa tendría una respuesta drástica. Además, una diputada rusa aprovechó la oportunidad para sugerir trasladar la sede de la ONU a Crimea.
Rusia no ha sido la única nación que se ha visto afectada por las políticas irresponsables de la Casa Blanca respecto a los diplomáticos extranjeros, pues el Gobierno estadounidense ha restringido también el número de visados a los integrantes de la delegación iraní que iban a participar en la AGNU. Además, ha impuesto límites a la libertad de movimientos tanto del presidente como del canciller de Irán, Hasan Rohani y Mohamad Yavad Zarif, respectivamente, en territorio estadounidense, ante el temor de que puedan ejercer algún tipo de influencia en la opinión pública norteamericana.
