La Unión Europea (UE), frustrada por la inacción ante el cambio climático y las guerras comerciales de EE.UU., amenaza con imponer aranceles al carbono.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) celebrada en Madrid (capital de España), centrada en tratar de negociar un libro de reglas sobre la implementación del Acuerdo de París de 2015, en particular del artículo 6, es decir, en los sistemas por los que se intercambian unidades o derechos de emisión de dióxido de carbono (CO2) entre países y entre empresas.
En la última jornada esta cita, los Estados miembros de la UE han seguido estudiando la aplicación de un impuesto fronterizo al carbono, lo que acrecentaría la batalla comercial de los Veintiocho con Estados Unidos.
En este sentido, la ministra de Economía y Empresa de España, Nadia Calviño Santamaría, ha dicho en una conferencia de prensa que Madrid quiere una tarifa de carbono “lo antes posible” para imponerla a cualquier país que no cumpla con el acuerdo.
“Tenemos que asegurarnos de que la política climática no cree un campo de juego desigual entre aquellos jugadores que operan en jurisdicciones que tienen estándares más altos y aquellos que tal vez no”, ha agregado Calviño, según publica Político.
Ni la Casa Blanca ni la oficina del representante comercial de EE.UU. ha respondido a los comentarios de la ministra española, aunque un alto funcionario estadounidense en la cumbre climática ha dicho que los problemas arancelarios son “una gran preocupación” para su país.
Por otra parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, ha afirmado que la tarifa al carbono se adoptará para “proteger las industrias [europeas]”, que se ven obligadas a cumplir con estrictas normas de gases de efecto invernadero a medida que Europa aspira a convertirse en el primer continente neutral en carbono del mundo para el año 2050.
Mientras tanto, Bruselas sigue preocupada de que, si no se realizan los cambios, las empresas con sede en Europa se verían obligadas a mudarse a territorios con restricciones ambientales menos duras.
El “muro de carbono” si se llega a concretar, se convertiría en un obstáculo particular para Estados Unidos, como uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, pronostica la agencia rusa de noticias Sputnik.
El Acuerdo de París, firmado por 190 países a finales de 2015 en la capital francesa bajo los auspicios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), compromete a sus miembros a reducir sus emisiones de efecto invernadero para controlar el calentamiento global. El Gobierno de EE.UU., presidido por Donald Trump, se retiró de este convenio en 2017.
