Una mujer que criticó a Estados Unidos en las redes sociales por el asesinato del teniente general iraní Soleimani fue arrestada en Kosovo.
Los fiscales dijeron que Ikballe Berisha Huduti, fundadora de un grupo proislámico, publicó comentarios en Facebook, criticando el asesinato del comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, por parte de EE.UU. en Bagdad, la capital de Irak, informó recientemente la agencia británica de noticias Reuters.
“Al matar al jefe del hogar, mataron a todos los miembros de la familia, entonces la venganza es obligatoria, que no tiene fronteras”, escribió Huduti, calificando de “gran hombre” al destacado estratega iraní.
Huduti borró más tarde las publicaciones en su cuenta de Facebook, añadiendo que sus palabras “fueron sacadas de contexto”.
Los líderes de Kosovo habían expresado su apoyo inmediato al acto terrorista de Washington, ordenado directamente por el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Nos mantenemos unidos para proteger nuestros valores y nuestra forma de vida”, escribió el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, en su cuenta de Twitter.
Se ha creado la etiqueta “#Justice_for_Ikballe” en las redes sociales para denunciar el arresto y cuestionar el doble rasero de Occidente respecto a la libertad de expresión.
Dr Ikballe Berisha Huduti was arrested by #Kosovo police simply because she criticised the killing of #Iran 's General Qasim #Soleimani. #justice_for_Ikballe pic.twitter.com/rRKXxxl9eA
— tim anderson (@timand2037) January 19, 2020
El asesinato del teniente general persa ha aumentado las voces críticas de muchos países a la presencia y el comportamiento terrorista de las fuerzas ocupantes de Estados Unidos en la región de Asia occidental.
En represalia por el ataque de EE.UU. en Irak, considerado por distintos funcionarios y analistas un “acto de terrorismo”, el CGRI de Irán atacó el 8 de enero dos bases estadounidenses en Irak: la base aérea Ain Al-Asad, en la provincia de Al-Anbar, y otra en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí.
A pesar de que Estados Unidos había puesto en estado de máxima alerta sus sistemas antiaéreos, estos aparatos, de los que se jacta mucho Washington, no lograron interceptar ni un solo misil iraní.