B.— Ya nos habíamos olvidado del Ébola y otras gripes y virus cuando aparece,sin solución de continuidad, otro: el coronavirus. Esta vez en China que, aparte de prodigios como construir un hospital para mil pacientes en una semana, o diez días, recomienda a los países que tengan ciudadanos suyos en Wuhan que no los expatríen, sino que permanezcan en el lugar de la epidemia bajo la atención sanitaria china, que es justamente lo que no se hizo con el ébola en África.
No es cosa de frivolizar, pero otra vez acojonados. Qué cruz, oiga.