Durante su discurso ante el Parlamento de Pakistán, este viernes en Islamabad, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, repudió la propuesta de paz en Oriente Medio del presidente de EE.UU., Donald Trump, tachándola de “proyecto de ocupación” de Palestina por Israel.
“En las últimas semanas, la Administración estadounidense anunció este plan como el ‘acuerdo del siglo’; nosotros mostramos el mayor rechazo a este plan de anexión, ocupación y demolición“, cita Pakistan Today al líder turco.
En referencia a la decisión de Trump de reconocer a la ciudad de Jerusalén como la capital de Israel —postura que ha sido reafirmada en el llamado ‘acuerdo del siglo’—, Erdogan subrayó que esa ciudad es sagrada para los musulmanes y representa una “línea roja”.
“Declaramos al mundo entero que no dejaremos Haram al-Sharif [el Monte del Templo] a merced de la administración ocupante de Israel“, aseveró.
En el Monte del Templo, ubicado en la ciudad vieja de Jerusalén, se hallan dos de los sitios más sagrados del islam, la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca.
El plan de Trump fue rechazado tanto por Palestina –que además suspendió todo tipo de relaciones con EE.UU. e Israel tras su presentación– como por la Liga de los Estados Árabes.
El problema de Cachemira
En el mismo discurso, el presidente turco también abordó el problema de la disputada región de Cachemira. Sostuvo que la situación —que se ha vuelto “más grave debido a los pasos unilaterales tomados en los últimos tiempos” por la India— puede resolverse “no a través del conflicto o la opresión, sino sobre la base de la justicia y la equidad“.
“Dicha solución servirá a los intereses de todas las partes interesadas”, aseguró Erdogan.
Las tensiones entre Pakistán y la India, dos potencias con armas nucleares, se intensificaron el pasado agosto después que Nueva Delhi decidiera revocar el estatus especial de Cachemira, argumentando que esa determinación era necesaria para integrar completamente esta región en la India y llevarle prosperidad. Miles de tropas indias fueron desplegadas en la zona y se estableció un toque de queda para evitar posibles disturbios.
Pakistán rechaza este paso dado por su vecino, acusándolo de tomar medidas enérgicas contra la población musulmana local y superar los límites fronterizos.