LA TIERRA PARA QUIEN LA TRABAJA, TAMBIEN EN NAVARRA: Ardi Latza, militante de HERRI GORRI.

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Estos últimos días se ha vuelto a poner el foco sobre el problema del campo tras las protestas iniciadas en gran parte del Estado español. El miércoles 19 de febrero vimos como las calles de Iruñea también se llenaban de tractores llamados a la protesta organizada por los sindicatos de agricultores y ganaderos UAGN y UCAN. En ella vimos a representantes de distintos partidos del ámbito conservador navarro, siendo especialmente remarcable la presencia del Presidente de UPN, Javier Esparza. ¿Y porque el líder del principal partido de la derecha regionalista navarra apoya a parte de los agricultores navarros en su demanda contra “los bajos precios”?
Para ello hay que ir al recorrido histórico que ha tenido el campo en Navarra. Siendo breves, podemos señalar que la estructura de la propiedad que se articula en la Edad Media permanece en Navarra hasta nuestros días, sin ninguna modificación importante. Las desamortizaciones, que en otras regiones influyen de forma decisiva en la estructura de la propiedad, reforzando el latifundismo, no tuvieron gran impacto en Navarra, ya que los bienes de la Iglesia eran pocos y los de las comunidades de vecinos se mantuvieron en sus manos en buena medida, ya que Navarra en ese momento era todavía una sociedad precapitalista, heredera de una estructura de poder heterogénea desde el propio nacimiento del Reino de Pamplona. En lo poco que influyó sí lo hizo en el sentido de reforzar la propiedad de la burguesía, algo que se mantiene en nuestros días si observamos los datos de la actualidad, ya que en los últimos años vemos que en Navarra hay unos 70.000 propietarios de menos de 5 Ha, equivalentes al 80% de los propietarios de tierras y unos 40.000 (45%) de menos de una Ha. Estas cifras pueden inducir a la conclusión incompleta de que en Navarra predominan los microfundios. Con menos de 20 Ha hay unos 80.000, que suponen el 94,92% del total y suman 211.007 Ha (44,67% del total de la superficie particular), y mientras los propietarios con menos de 5 Ha detentan 83.349 Ha, (17,64%); entre sólo 397 propietarios de más de 100 Ha (0,74%) acaparan 114.773 Ha (24,29%). De estas grandes propiedades algunas corresponden a la nobleza, otras a la alta burguesía que son cotos redondos, herederos de antiguos dominios señoriales, como sucede en las cuencas prepirenaicas y en las partes bajas de los valles pirenaicos, otras son corralizas adquiridas con la desamortización civil (Zona media y Ribera) y las menos pertenecen a comunidades eclesiásticas (Roncesvalles, Leire, La Oliva). Los porcentajes relativos a propietarios y propiedades de más de 100 Ha y sobre todo de más de 250 Ha no son tan altos como los de otras lugares del estado español, pero son lo suficientemente elevados como para ser significativos.
En cuanto a la distribución comarcal, la propiedad particular es más desequilibrada en La Ribera que en la Zona media y la Montaña, donde el 95,8% de los propietarios tienen menos de 10 Ha y les corresponde el 41,8% de las tierras, y el 0,7% más de 100 Ha y detentan el 39,2%. Dichos porcentajes son, respectivamente, 89,4 y 37 y 1,1 y 27,4 para la Navarra Media y 77,1 y 19,4 y 3,3 y 39,5 para la Montaña. En cuanto a otros tipos de propiedad, los antiguos Montes del Estado suman 25.977 Ha, el patrimonio forestal de Navarra 14.920 Ha, 4.550 Ha de antiguos concejos administrados por Diputación, 60 facerías con una extensión de 18.220 Ha y finalmente, los montes y terrenos comunales que ocupan alrededor del 45% de la superficie geográfica de Navarra.
Tal y como se observa, podemos definir 3 grandes grupos de propietarios de la tierra en Navarra. En primer lugar, la gran burguesía, que aunque sea más pequeña que en otros lugares del estado español tiene un peso importante, ya que sigue ostentando en pocas manos grandes superficies, en segundo lugar la pequeña burguesía, que en Navarra cobra especial importancia por su mayor poder en relación con otras partes del estado, y por último los agricultores que tienen propiedades tan pequeñas que su explotación no sirve para subsistir, lo que obliga a estos a trabajar para alguno de los dos grupos anteriores. A estos últimos habría que sumar a los agricultores que no poseen ninguna propiedad, siendo importante en Navarra el gran número de personas inmigrantes que acuden a trabajar en ocupaciones vinculadas al campo, ya que el sector agroalimentario es parte fundamental de la economía navarra, siendo uno de los principales productores de verdura del conjunto del Estado, por encima de comunidades mucho más grandes y con una gran tradición agrícola como Andalucía o Extremadura. Esta distribución tiene una plasmación en las organizaciones vinculadas al campo, y es aquí donde volvemos a la pregunta inicial. La presencia de UPN en la manifestación es completamente entendible, en primer lugar por tratarse de sindicatos hermanos, y en segundo lugar porque son sindicatos no de los agricultores que tienen pocas o ninguna tierra, sino que son representantes, precisamente, de la pequeña y mediana burguesía que tan importante papel tiene en Navarra. Tal es la relación que tienen que UPN ha estado implicado en casos de corrupción de UAGN y UAGN ha estado involucrado en casos de corrupción de UPN (el más destacable le caso de los cursos de formación), siendo muy habitual en los últimos años el que miembros de UAGN acaben siendo cargos públicos de UPN, ya sea en el Parlamento foral o en distintos Ayuntamientos, siendo UAGN algo así como el representante de UPN en el campo y UPN el representante de UAGN en las instituciones, poniendo encima de la mesa demandas de estos tales como la supresión de la renta garantizada, lo que hace bastante visible los intereses que defienden.
Parecerá anecdótico, pero en una conversación con mi abuelo, agricultor de los de debajo de la Ribera (esos que históricamente se han llamado labradores) me señalaba que, por mucho que lo intenten ocultar, es fácil reconocer a quien representa cada uno. Y no es que me hiciese sólo mención a la presencia de UPN en la manifestación, sino que me señalaba que “basta ver los tractores que han traído para ver a quien representa esta gente. Con los tractores tan nuevos que han traído se observa fácil de que pie cojean”. Me decía que si hubiesen sido un poco listos hubiesen llevado los tractores antiguos, pero que los pequeños burgueses del campo navarro nunca han querido parecerse ni siquiera un poco a los labradores, porque, aún con intereses compartidos, siempre han preferido unirse a los de arriba que mezclarse con los de abajo. Es por ello que como bien me apuntaba, cuando han sido ellos los que organizaban huelgas, la Policía estaba esperándoles nada más pasar Tafalla, siendo habituales los enfrentamientos, sin embargo con estos los policías actúan más bien de protectores (que es sino la guardia civil sino un cuerpo creado para proteger a los propietarios frente a los trabajadores del campo).
Nuestro sitio esta junto a los agricultores si, pero no con aquellos que perpetúan la explotación, sino con los que luchan contra ella. Hagamos extensible el grito al unísono de “la tierra para quien la trabaja”.

Datos extraídos de la página https://catastro.navarra.es/navegar/

Bibliografía

-La cuestión agraria en Navarra (1900-1936) de Juan Jesús Virto y Víctor Manuel Arbeloa

-La propiedad de la tierra en Navarra a fines del siglo XIX de José Miguel Lana

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