Un acertijo espacial, que durante un tiempo ha tenido inquietos a los científicos, finalmente ha sido resuelto gracias al análisis de las imágenes de un cometa.
Hasta la nueva investigación, realizada por los expertos de la Universidad de Grenoble (Francia) y otras instituciones europeas, el mundo científico tenía asumido que los cometas parecían tener 10 veces menos nitrógeno de lo que deberían, según la comprensión científica de cómo se forman.
Animated view of comet 67P/Churyumov–Gerasimenko
Credit: ESO/M. Kornmesser, ESA/Rosetta pic.twitter.com/2lcwtCdlYT
— Universal-Sci (@universal_sci) January 27, 2020
Esto confundía a los expertos, quienes estaban en búsqueda del elemento que faltaba. A resolver dicho acertijo ayudó el análisis de las imágenes de la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, que fueron tomadas por la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea, que estuvo recopilando datos de este a lo largo de dos años.
El análisis de una voluminosa colección de fotografías del citado cometa reveló que algo estaba absorbiendo parte de la luz que rebotaba en su superficie.
Para comprender la causa, los investigadores crearon cometas falsos en un laboratorio y simularon una variedad de composiciones para tratar de descubrir qué compuestos absorben la luz.
Al hacerlo, se toparon con el nitrógeno que ‘faltaba’ y desconcertaba a otros investigadores. Resulta que el efecto de absorción fue causado por sales de amonio de la superficie del cometa.
Además, el estudio, publicado en la revista Science este viernes, adelanta que este avance podría ayudar a explicar cómo los cometas pudieron haber transportado nitrógeno a la Tierra y cómo se formaron los gigantes gaseosos en nuestro sistema solar.