“La propagación del nuevo coronavirus (COVID-19) en Siria puede tener serias consecuencias, dada la presencia de los campamentos superpoblados de desplazados en zonas que no están bajo el control del Gobierno sirio”, ha declarado este viernes la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajarova.
En este sentido, Zajarova ha destacado que Estados Unidos, como el país que ocupa el este del río Éufrates, tiene toda la responsabilidad de la población civil de esta área y debe garantizar el suministro de las necesidades médicas y de salud de esas personas.
De acuerdo con la portavoz rusa, es necesario que se ayude al Gobierno sirio a proporcionar protección y servicios médicos adecuados a todos los necesitados.
Los informes indican que se registraron cinco casos del nuevo coronavirus en Siria, y las autoridades de salud de este país árabe confirmaron que todos los casos provenían del extranjero.
Las agresiones y actos ilegales de EE.UU. en la provincia siria de Al-Hasaka (noreste) han causado una ola de indignación entre los lugareños, que en varias ocasiones se han sumado a las fuerzas del Ejército de Damasco y han impedido el paso de esas fuerzas invasoras por sus pueblos.
En otra parte de sus declaraciones, Zajarova ha abordado el tema del patrullaje conjunto de Rusia y Turquía en la región a fin de reducir tensiones en las provincias sirias de Idlib (noroeste) y Alepo (norte), agregando que Moscú espera que el Gobierno de Ankara separe a los grupos extremistas armados de los opositores.
Las declaraciones de Zajarova se producen un día después de que, pese al alto el fuego acordado con Rusia, Turquía desplegó otra vez, un gran convoy militar en la provincia de Idlib que se dirigió directamente hacia las posiciones turcas en esta región.
