Por Martha Andrés Román
Washington, 4 abr (Prensa Latina) ‘Este es el momento de la solidaridad, no de la exclusión’, afirmó recientemente el secretario general de la ONU, António Guterres, al instar a Estados Unidos y otras potencias a levantar las medidas coercitivas impuestas contra diferentes países.
El titular de ese organismo forma parte de las numerosas voces que dentro y fuera de Estados Unidos llamaron a la administración de Donald Trump a suspender el cerco contra Cuba, Venezuela, Irán y otros territorios, cuando se necesita un esfuerzo conjunto internacional para vencer al coronavirus SARS-Cov-2 y la enfermedad que provoca, la Covid-19
Legisladores, economistas, organizaciones religiosas, comerciales y de derechos humanos, así como cubanos residentes en Estados Unidos y otros lugares del mundo, han coincidido en la necesidad de eliminar las medidas unilaterales que la administración norteamericana se empeña en mantener.
Jeffrey Sachs, director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia, calificó de imperativo que Washington ‘levante las sanciones inmorales e ilegales’.
En igual sentido se pronunció el Servicio Mundial de Iglesias, una agencia humanitaria con sede en la ciudad de Nueva York, al advertir que tales políticas contra Cuba, Venezuela e Irán ‘aumentan la dificultad de esos países para proteger a sus poblaciones de la pandemia de la Covid-19 y evitar futuras transmisiones globales’.
Según datos de organismos sanitarios, hasta el cierre de esta edición el número de contagiados con el nuevo coronavirus en el mundo superaba el millón, mientras que las muertes sumaban más de 50 mil.
En una carta fechada el 26 de marzo, 11 senadores demócratas solicitaron al secretario norteamericano de Estado, Mike Pompeo, y al del Tesoro, Steven Mnuchin, que en medio de la pandemia se alivien las presiones contra Venezuela e Irán.
A su vez, el congresista James McGovern expresó en la red social Twitter su apoyo a quienes piden que la Casa Blanca suspenda las restricciones contra Cuba, y señaló que la actual emergencia sanitaria no conoce fronteras y no está limitada por la historia o la política.
Para el investigador Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación sobre Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, en lugar de criticar las contribuciones humanitarias de Cuba para combatir el coronavirus en todo el mundo, el gobierno estadounidense debería apoyarlas.
Con la supervivencia del mundo en juego, los esfuerzos punitivos del gobierno norteamericano para revertir la Revolución cubana nunca han parecido tan mezquinos como ahora, dijo.
A pesar de esos y otros llamados, incluso de diarios como The Washington Post y The New York Times, Pompeo descartó cualquier cambio en ese sentido, con el argumento de que las medidas restrictivas de Estados Unidos incluyen exenciones para la entrega de bienes humanitarios.
Contrario a lo dicho por el secretario de Estado, la actitud de Washington disuade a otros países y compañías de realizar negocios con las naciones sancionadas e, incluso, entorpece las actividades de ayuda humanitaria.