La Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés) ha estado reclutando desde hace siete meses a cerebros de las corrientes takfiríes y salafistas para crear la denominada “Ronda Cruzada”, una formación que se encargará de reorganizar a los remanentes de los grupos terroristas EIIL y Al-Qaeda, según informó el miércoles la agencia iraní de noticias Nour News.
La “Ronda Cruzada”, que dirigirá sus actividades bajo la bandera del EIIL y Al-Qaeda, se dedicará también a atraer a los llamados “lobos solitarios” —terroristas takfiríes que ejecutan sus ataques de forma individual—.
La formación, agrega el informe, está utilizando de manera sistemática las redes sociales como instrumento de propaganda, captación y adoctrinamiento a favor de las dos bandas takfiríes mencionadas.
El acceso de los administradores de las páginas de “Ronda Cruzada” a la información y las actividades de campo de las células del EIIL en Irak y Siria pone de relieve los vínculos cercanos de la formación con la CIA.
El informe se da a conocer en momentos en que las células durmientes de Daesh —grupo terrorista derrotado en 2017 en Irak— han aumentado sus atentados contra la población civil, las fuerzas de seguridad y los combatientes populares en Irak.
Las fuerzas iraquíes apuntan que EE.UU. está detrás del incremento de la actividad de EIIL. Informes de los medios locales revelan además que las fuerzas estadounidenses están trasladando a los terroristas de Siria a Irak para revivir la banda extremista en el país árabe.
Las fuerzas iraquíes, apoyadas por las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), a su vez, están llevando a cabo ofensivas antiterroristas a gran escala para acabar con los remanentes de Daesh en el país.
Grupos iraquíes denuncian que Washington brinda apoyo a los terroristas con el objetivo de desestabilizar al país árabe y justificar su presencia militar “ilegal” en suelo iraquí.
Esto mientras el Gobierno y el pueblo iraquíes exigen la salida de las fuerzas extranjeras de Irak. En este marco, el Parlamento iraquí aprobó una resolución pidiendo al Gobierno poner fin a la presencia de las fuerzas estadounidenses y, más recientemente, los legisladores han exigido el calendario de expulsión de las tropas foráneas.