Según una fuente de seguridad iraquí, elementos de la banda takfirí Daesh degollaron a la víctima, que vivía en la localidad de Al-Tarmiya, un poblado de casi 100 000 habitantes a 40 kilómetros al sur de Bagdad.
La fuente tachó de brutal la forma en la que Daesh acabó con la vida del hombre iraquí, al que secuestraron cuando estaba en los alrededores de Al-Tarmiya.
A pesar de que el Gobierno iraquí declaró la victoria sobre Daesh en diciembre de 2017, los remanentes de esta banda terrorista se han convertido en células durmientes y todavía siguen perpetrando ataques en el país árabe, los cuales se han incrementado en los últimos tiempos.
En este sentido, las fuerzas iraquíes apuntan el dedo acusador a Estados Unidos por el apoyo a los terroristas de EIIL, con el objetivo de desestabilizar el país árabe, en línea con sus planes imperialistas y para favorecer al régimen de Israel, así como para justificar la presencia militar “ilegal” de EE.UU. en suelo iraquí.