El comandante de la Defensa Aérea del Ejército de Rusia, el teniente general Alexander Leonov, ha destacado este lunes que los sistemas de defensa antiaérea Tor, de fabricación rusa, han derribado más de 45 aviones no tripulados en los últimos seis meses.
Siria utiliza los sistemas de defensa aérea Tor, los S-300, los S-400 y los misiles superficie-air Pantsir-S para proteger de ataques terroristas instalaciones en zonas estratégicas del país árabe.
Las fuerzas rusas desplegadas en el aeródromo militar de Hmeimim (en Latakia, este) y en la base logística de Tartus (oeste) ayudan al Ejército sirio a retomar el control de las zonas que cayeron en manos de grupos armados y terroristas cuando comenzó la crisis, en marzo de 2011.
En 2019, las fuerzas rusas repelieron varios ataques terroristas con drones y misiles contra el aeródromo de Hmeimim y derribaron 53 aviones teledirigidos.
La crisis en Siria se está convirtiendo en una de las más duraderas debido al apoyo multilateral que brindan ciertos países regionales y occidentales a los terroristas. Muchos de los drones, usados por los terroristas y derribados por el Ejército sirio y fuerzas rusas, son de fabricación estadounidense.
Siria y Rusia combaten actualmente para recuperar el control de la provincia de Idlib (noroeste) y buscan expulsar de allí a los remanentes de los grupos terroristas.
El Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, apoyándose en su propio pueblo y en sus aliados, ha recuperado la mayor parte del territorio: tanto las autoridades sirias como las rusas coinciden en que la expulsión definitiva de los terroristas del país árabe es solo cuestión de tiempo.