La grabación de una cámara de vigilancia publicada el martes muestra a varios hombres que sujetan al afroestadounidense contra el suelo, después de que este arrojara un sándwich a otro joven en la cafetería de la Academia Lakeside en la ciudad de Kalamazoo en el sureño estado de Michigan.
El incidente ocurrió el pasado 19 de abril y el joven Cornelius Fredericks, de 16 años, murió dos días después del suceso. Según los médicos forenses, la causa de la muerte fue “asfixia por restricción”.
El abogado del área de Detroit, Geoffrey Fieger, que representa a la familia de la víctima, divulgó la grabación a los medios de comunicación y dijo que el joven gritaba “no puedo respirar”.
Luego que Cornelius lanza el sándwich, varios hombres se abalanzan sobre él, lo derriban y se apoyan sobre su cuerpo para controlarlo. Unos 10 minutos después, el joven parece inconsciente y el personal intenta reanimarlo con maniobras de masaje cardiaco antes de pedir auxilio médico.
“Es una cinta de vídeo horrible y muestra lo que otros empleados nos han dicho que hay una cultura de miedo y abuso en las instalaciones de Lakeside”, denunció el abogado.
Tres miembros del personal de la Academia Lakeside —Michael Mosley, Zachary Solis, Heather McLogan— fueron acusados de homicidio involuntario y abuso infantil en segundo grado.
Según los documentos de la acusación, Mosley y Solís están acusados de restringir a Frederick de una “manera muy negligente”. McLogan, que era enfermera en el centro, está acusada de no buscar atención médica oportuna para el adolescente.
Su muerte recuerda a la de George Floyd, un afroestadounidense muerto el 25 de mayo a manos de un policía blanco que lo asfixió en una calle de Mineápolis durante su arresto. Su agonía fue filmada, se viralizó en las redes sociales y desató la cólera en Estados Unidos contra el racismo y la brutalidad policial.
