Durante una entrevista concedida a la agencia persa de noticias Tasnim, publicada el lunes, el director de la Aviación Civil de Siria, Basem Mansur, denunció las “peligrosas maniobras” realizadas el jueves por dos cazas estadounidenses cerca de un avión de pasajeros iraní, modelo Airbus A310 de la aerolínea Mahan Air, con destino Beirut, capital de El Líbano.
“Esto se llama (…) piratería aérea y supone una violación de los acuerdos internacionales que regulan el trabajo de navegación aérea, además del Convenio de Chicago (1944), que regula la aviación civil y los corredores aéreos entre países, así como la seguridad de la navegación aérea entre países”, indicó.
El funcionario sirio explicó, además, que el avión iraní estaba en el espacio aéreo sirio y cerca de la región de Al-Tanf, sita en el extremo suroriental de la provincia de Homs (centro), mientras cruzaba el corredor aéreo civil que se extiende desde Irak, a través del territorio sirio, hasta El Líbano.
En ese tiempo, las fuerzas estadounidenses lanzaron una “operación de piratería aérea”, agregó, antes de insistir en que el avión iraní no salió del referido corredor aéreo internacional y estuvo en contacto con el centro de navegación aérea del Aeropuerto Internacional de Damasco, capital de Siria.
Debido a tal situación, Mansur anunció que el Gobierno sirio ha presentado una queja ante la Organización de Aviación Civil Árabe (ACAO, por sus siglas en inglés), además de formar un comité de investigación conjunto para estudiar el incidente y revisar los registros del centro de navegación aérea con el piloto, así como las imágenes de radar grabadas, que muestran la “piratería aérea y la agresión” de los cazas de EE.UU. al avión persa.
Irán ha denunciado, por su parte, que el hostigamiento protagonizado por los cazas estadounidenses a su avión civil evidencia la naturaleza terrorista de EE.UU. y ha prometido tomar las medidas que crea oportunas para que Washington “se arrepienta” de su acción.
