En un artículo publicado el jueves en el portal del Consejo de Asuntos Hemisféricos, el jefe de la Diplomacia venezolana, Jorge Arreaza, precisó que Estados Unidos todavía busca un golpe de Estado en Venezuela y no ha aceptado su fracaso ante sus planes anti bolivarianos.
“Sin duda que a algunos miembros de la base de apoyo del presidente Donald Trump les gustaría ver un golpe de Estado en Venezuela. Pero después de fracasos tras fracasos, a estas alturas ya debería estar claro que Venezuela no se está moviendo en esa dirección”, afirmó el alto funcionario.
Citando la solidaridad del pueblo venezolano ante agresiones estadounidenses, Arreaza, dio a conocer que “una política sólida hacia la nación bolivariana tiene que estar en línea con las aspiraciones del pueblo venezolano y con el interés real del pueblo estadounidense”, además de señalar que “los venezolanos quieren paz, diálogo y soluciones políticas”.
“A Trump le iría mejor si siguiera su instinto inicial de dialogar con el presidente (Nicolás) Maduro. Un diálogo respetuoso con Venezuela está más en línea con los intereses del electorado estadounidense”, agregó.
En otra parte de sus declaraciones, se refirió a los fondos estadounidenses que la Casa Blanca gasta en sus aventuras fallidas y en carteles de drogas inventados, y aseveró que esos fondos podrían destinarse a enfrentar mejor los efectos del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, que ha afectado a millones de sus conciudadanos.
Arreaza, también, recordó que el reconocimiento del golpista Juan Guaidó como supuesto presidente encargado de Venezuela arrastró al Gobierno de Estados Unidos y muchos de sus aliados a un camino de fracasos en su política de cambio de régimen.
El Gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones, desde 2008, a más de 200 funcionarios venezolanos, entre ellos se encuentran ministros, diputados, magistrados, militares, rectores del Consejo Nacional Electoral constituyentes y el propio presidente Nicolás Maduro, por varias razones ilegales y sin evidencia concretas.
Por su parte, las autoridades venezolanas denuncian los planes de Estados Unidos y advierten de que Washington y sus aliados regionales, así como Colombia, si se atreven a agredir a Venezuela serán testigos de “la furia bolivariana”.