Bajo la dirección del camarada Kim Il Sung el pueblo coreano, levantando en alto la bandera de la independencia nacional, logró la liberación de la patria el 15 de agosto del 34 de la era Juche (1945) luego de derrotar al imperialismo japonés.

Protagonista de la revolución coreana

El camarada Kim Il Sung quien emprendió tempranamente el camino de la revolución con el propósito de restaurar la patria, dilucidó en la Conferencia de Cuadros Dirigentes de la Unión de la Juventud Comunista y la Unión de la Juventud Antiimperialista (30 de junio-2 de julio de 1930) efectuada en Kalun el principio de la idea Juche de que la revolución coreana debe ser lograda, de todos modos, por la fuerza propia del pueblo coreano que es su protagonista.

Y en la Conferencia de los Cuadros del Partido y la Unión de la Juventud Comunista de Corea efectuada en Mingyuegou (diciembre de 1931), resaltó que debíamos procurar que toda la nación se incorpore a la lucha armada antijaponesa, con el fusil el que lo tenga, aportando dinero el que disponga de él y fuerza el que no tiene más que ésta y presentó la orientación estratégica de organizar y desarrollar la lucha armada, cuya forma principal sería la guerra de guerrillas. Así en abril de 1932 se fundó la Guerrilla Popular Antijaponesa, fuerza armada revolucionaria permanente (luego reorganizada como Ejército Revolucionario Popular de Corea).

En la Conferencia de Cuadros Militares y Políticos del ERPC que tuvo lugar en Nanhutou (27 de febrero al 3 de marzo de 1936), el General pronunció: “Los dueños de la revolución coreana son los propios comunistas coreanos. Hoy, fortalecer o no la lucha antijaponesa de liberación nacional de nuestro pueblo depende exclusivamente de nosotros.” Y esclareció la tarea de los comunistas para consolidar y desarrollar la lucha de liberación nacional antijaponesa.

Posteriormente, el 5 mayo de 1936 se fundó la Asociación para la Restauración de la Patria, una organización del frente unido nacional antijaponés, de modo que se posibilitó unir como uno solo todas las fuerzas antijaponesas y movilizarlas a la lucha por la liberación de la patria.

Solo con nuestra fuerza

Al difundirse la noticia sobre firma de tratado de neutralidad URSS-Japón en abril de 1941, no pocos coreanos revolucionarios se quedaron desesperados.

En mayo del mismo año el camarada Kim Il Sung presentó la consigna “¡Cumplamos la revolución coreana con nuestra propia fuerza!” y en junio, en una reunión de los jefes de las pequeñas unidades y los grupos de trabajo político del ERPC y de las organizaciones revolucionarias, celebrada en el campamento secreto del monte Kanbaek, orientó desplegar una activa campaña ideológica para mantener la posición autóctona, sin hacer caso de cualquier cambio de la situación y cumplir la revolución coreana con nuestras propias fuerzas.

Posteriormente en varias reuniones subrayó la necesidad de preparar firmemente las fuerzas revolucionarias e intensificar aún más las actividades de las pequeñas unidades y grupos del ERPC con la conciencia de que el dueño de la revolución coreana es él mismo y una férrea voluntad de que podía completarla superando d todas las dificultades con su propia fuerza..

Con las llamas de resistencia de todo el pueblo

La invariable voluntad del camarada Kim Il Sung era prepararse estrictamente para movilizar a todo el pueblo en la resistencia antijaponesa y lograr la liberación de la patria con la fuerza de la nación coreana.

De ahí que, al presentar tempranamente la línea relacionada con la resistencia de todo el pueblo, hizo crear bases de actividades, operaciones y de intendencia del EPRC y otras bases secretas que servirían de puntos de apoyo de las fuerzas de resistencia de todo el pueblo en las grandes cordilleras del país incluyendo la del monte Rangnim. Entrando en la década de 1940, se construyeron, además de tales bases secretas, otras bases secretas provisionales de diversos tipos y envergaduras en los principales puntos estratégicos del país que tienen una gran significación estratégica y táctica en la operación de la liberación de la patria.

En muchos lugares del interior y exterior del país surgieron organizaciones del Partido, de la Asociación para la Restauración de la Patria y de la resistencia de distintos nombres por los esfuerzos de los miembros del ERPC y trabajadores políticos. Entre ellas, cabe mencionar el destacamento de liberación de la patria fundado en Pyongyang y el Destacamento Kim Il Sung que, nacido en Seúl, amplió su fuerza hasta en el territorio nipón, por no hablar del interior del país. La organización de resistencia existió hasta en las tropas japonesas.

Para la batalla final, los combatientes del EPRC se versaron aún más en métodos de combate de guerrilla y otros adecuados a los requisitos de la guerra moderna.

El 9 de agosto de 1945, el EPRC inició la ofensiva general y las organizaciones de resistencia de todo el pueblo se reunieron con este para aniquilar las tropas japonesas en todos los lugares y destruir órganos de dominación enemiga. El imperialismo nipón que recibió golpes decisivos en virtud de esta intensa ofensiva declaró su capitulación incondicional el 15 de agosto.

Naenara