Los documentos del primer caso penal, que se suponía que vinculaba a Donald Trump con Rusia, fueron falsificados deliberadamente. El ex abogado del FBI está dispuesto a confesar haber manipulado los hechos.
Sobre esto informa Associated Press.
Se presentaron materiales ante un tribunal federal en Washington que podrían socavar la posición de los demócratas antes de las elecciones de noviembre. Todo debido al hecho de que sus intentos de vincular a Donald Trump con Rusia se basaron en documentos falsificados.
Así, el ex abogado del FBI Kevin Klinsmith está acusado de cambiar el correo electrónico oficial del gobierno, que trataba con el asesor de la sede de la campaña de Trump, a quien los federales establecieron vigilancia. El abogado del acusado, Justin Schur, dijo en un comentario para AP que Cleansmith está listo para declararse culpable en la corte.
Entre los demócratas, lo que está sucediendo es preocupante, escribe Associated Press. Los miembros del partido estadounidense más antiguo argumentan que el caso contra Kevin Klinsmith tiene motivaciones políticas, aunque su investigación sobre la llamada «interferencia rusa» fue la misma. Es posible que la situación socave la posición de Joe Biden en la carrera presidencial. Naturalmente, el equipo de Trump apoyó el caso, ya que contiene la oportunidad de desplegar sus propias acusaciones contra los demócratas.
“El caso es que espiaron mi campaña y los atraparon”, comentó el presidente sobre la situación.
La esencia de los cargos
En junio del 2017, Kevin Klinsmith recibió información supuestamente de la CIA de que el ex asistente de Trump, Carter Page, había sido aprobado como «contacto operativo». Además, incluso el propio Page afirmó ser la fuente de la Agencia Central de Inteligencia.
Klinsmith retuvo esta información y dijo al FBI que Paige «nunca fue la fuente». Cuando se le pidió prueba, el funcionario falsificó una carta de otra agencia federal. En el futuro, el FBI se basó en datos distorsionados, aunque era importante revelar cualquier relación entre Page y el gobierno.
RussiaGate
Después de que Hillary Clinton perdiera las elecciones presidenciales del 2016 ante Donald Trump, el Partido Demócrata no ha encontrado nada mejor que acusar al ganador de «connivencia» con Moscú.
Los demócratas argumentaron que el Kremlin supuestamente ayudó a Trump a ganar. En mayo del 2017, el ex director del FBI, Robert Mueller, fue nombrado Fiscal Especial para manejar el caso, que ya ha sido denominado RussiaGate.
19 abogados y 40 agentes del servicio secreto trabajaron en esta «investigación». Se llevaron a cabo alrededor de 500 registros, se entrevistó el mismo número de testigos. Müller ha presentado cargos contra 34 personas y 3 empresas. Sin embargo, nadie pudo probar la existencia de una «injerencia rusa».
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