“Ahora, al igual que durante la Guerra Fría, luchar contra Rusia en todos los frentes, incluida la información y la propaganda, se ha convertido en la razón de ser de la Alianza Atlántica”, declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en una entrevista concedida al periódico búlgaro Trud, publicada el jueves.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), según advierte el ministro ruso de Exteriores, ha aumentado de manera significativa sus actividades provocativas cerca de las fronteras de Rusia, mediante la realización de ejercicios y la mejora en la infraestructura militar.
“La alianza continúa expandiendo su área de influencia militar y política, invitando a todos los nuevos países bajo su ‘paraguas’ con el pretexto de protegerlos de Rusia”, agregó.
Asimismo, Lavrov subrayó que no existen amenazas reales para la seguridad y que tales acciones de la OTAN solo contribuyen a nuevas líneas divisorias en Europa.
El canciller ruso, a continuación, recordó que Rusia ha propuesto en varias ocasiones medidas para reducir las tensiones y el riesgo de posibles incidentes en el viejo continente.
Últimamente, se han registrado varios vuelos de espionaje de algunos países occidentales, encabezados por EE.UU., cerca de las fronteras de Rusia, sobre todo a medida que Washington y sus aliados de la OTAN han incrementado su presencia militar en el este de Europa, cerca de las fronteras rusas.
Moscú considera una amenaza directa a su seguridad nacional las actividades de EE.UU. y sus aliados occidentales junto a sus fronteras. Por ello, ha establecido recientemente estaciones de radar, capaces de detectar objetivos de ataque a una distancia de 3000 kilómetros y de interceptar cazas sigilosos, entre otras ventajas.