Más de 30 buques de guerra, distintos helicópteros clase Ka-27 y Mi-8 y aviones anfibios antisubmarinos BE-12 participaron en los ejercicios navales que se celebraron entre el 19 y 21 de agosto en el puerto de Sebastopol, la mayor ciudad de Crimea, y en el de Novorossiysk, ciudad ubicada en el sur de Rusia.
El Ministerio ruso de Defensa publicó el viernes imágenes de cómo las embarcaciones y la aviación de la Flota del Mar Negro intervenían en operaciones de búsqueda, rescate y de apoyo a las fuerzas navales. Las fuerzas rusas, asimismo, probaron su capacidad de defensa ante posibles actos de sabotaje a sus submarinos en el área prevista para las maniobras.
“Los ejercicios navales de apoyo a las fuerzas de la Flota en el mar se realizaron en Novorossiysk y Sebastopol bajo la supervisión del comandante de la Armada rusa [el almirante Nikolái Yevménov]”, se lee en un mensaje dejado por la Cartera rusa de Defensa en su cuenta de Twitter, donde también se ancló un vídeo.
Yevménov explicó a los reporteros que los ejercicios navales demostraron que la Flota del Mar Negro “es capaz” de realizar importantes “misiones de combate”.
Sebastopol, sede principal de la Flota del Mar Negro, es escenario de frecuentes maniobras del Ejército ruso a fin de evaluar la capacidad defensiva del país en tiempos de guerra.
Rusia realiza maniobras militares con gran frecuencia para responder de forma simétrica a las que lleva a cabo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cerca de sus fronteras occidentales. Según Moscú, estos juegos de guerra de la Alianza Atlántica son “una provocación” y advierte a EE.UU. de que Rusia no es un hueso fácil de roer.
