… y «Polonia como arma».
ESTADO ESPAÑOL. ¿Qué dirán cuando ardan los contenedores?
La implacable realidad que muestra la lucha de clases adquirirá, como es lógico, un impulso en las próximas fechas. La Covid y post-covid, como corolario de la enésima crisis del capitalismo que se venía gestando, hace rato que dibuja un escenario desolador. Las interminables colas para conseguir alimentos, unido a la precariedad insoportable en el mercado del trabajo, la quita de derechos a los trabajadores, el imposible acceso a una vivienda digna, el desempleo (con y sin ERTE), la insuficiencia del Ingreso Mínimo Vital y la desesperanza para decenas de miles de jóvenes, se traducirán en jornadas de protestas y luchas como la vivida hace unas horas en los barrios del sur de Madrid. Ante tal perspectiva, el régimen recurrirá al gobierno progre y a los sindicatos subvencionados para contener a los contenedores ardiendo formando barricadas de resistencia. De no surgir el efecto buscado siempre quedarán las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y un ejecutivo que pedirá paz y temple (a la vez que llena de antidisturbios las ciudades) porque sino viene Vox y la derecha. Ellos saben que la batalla será contra el Régimen del 78 y el gobierno de Sánchez forma parte de ese legado por mucha rueda de prensa y literatura que hagan sus ministros.
INTERNACIONAL. Polonia como arma
El gobierno de Polonia (criticado de mentirijilla en la UE por sus veleidades fascistas), quizás con fondos solícitos de esa misma Unión Europea y la OTAN, ofrece a las personas que abandonan Bielorrusia dinero en efectivo, asistencia sanitaria, y un lugar donde vivir. Una propuesta que recuerda a la que en su día se hacía desde Miami para atraer a cubanos que utilizaban como mera mercancía publicitaria y anticomunista. El legítimo gobierno Bielorruso ha cerrado las fronteras ante esto y por la presencia de tropas de la OTAN en la mismísima línea divisoria. El cerco otanico con una invasión terrestre está en la agenda (y la práctica) del imperialismo, y curriculum vitae tienen hasta decir basta. Son los mismos que se ofenden e indignan con que Rusia preste ayuda financiera y militar a Bielorrusia para que pueda defenderse.
