Ricardo Arenales.— Los escándalos que en 2016 estremecieron al mundo de las finanzas, cuando la prensa habló con detalle de los paraísos fiscales, y más tarde cuando los llamados ‘papeles de Panamá’ denunciaron los alcances de la corrupción en varias economías, no consiguieron sin embargo que los grandes bancos aprendieran la lección y establecieran filtros en el recaudado de capitales.
Por estos días han salido a la luz escabrosas cifras de lavado de dinero, que involucran a grandes bancos del mundo, particularmente a cinco corporaciones bancarias transnacionales de capital norteamericano, todas ellas metidas en el lavado de capitales del narcotráfico, de dineros del erario público hurtados por manos criminales, o fruto de la corrupción y otros crímenes financieros.
Los papeles que involucran estas transacciones mafiosas, comprometen especialmente a los bancos JPMorgan Chase, HSBC, Standard Chartered, Deutsche Bank, y Bank of New York Mellon. Estas corporaciones, entre 1999 y 2017, hicieron transacciones por más de dos billones de dólares, que los propios bancos consideraron ‘sospechosas’. Y los directores de los bancos, según pesquisas iniciales, no tenían idea de quiénes estaban detrás de las transacciones millonarias; solo les importó captar las fabulosas sumas y aprovechar los réditos.
Algunos ejemplos
Más de cien mil documentos, que revelan estas operaciones ilegales, se filtraron de los archivos que celosamente estuvo guardando todo el tiempo la Red de Control de Delitos Financieros de los Estados Unidos, más conocida como FinCEN. Tales documentos fueron a parar al equipo de periodistas de BuzziFeed News, vinculados a su vez al Consorcio Internacional de Periodistas, ICIJ, que agrupa a más de cien empresas de medios en 88 países.
La sucursal en Hong Kong del HSBC movió 15 millones de dólares de un fondo que había robado al menos 80 millones a un grupo de inversores, en su mayoría migrantes latinos y asiáticos. Standard Chartered tenía entre sus clientes a la empresa Al Zarooni Exchange, con sede en Dubái, acusada de lavar dinero de los talibanes.
En Estados Unidos, el Citibank, el Bank of America y el American Express, procesaron y protegieron millones de dólares en transacciones para la familia del alcalde kasajo Víctor Jrapunov, después de que Interpol emitió una alerta roja para su arresto, acusado de diversos delitos financieros.
Desfalcos
El más cuestionado es el JPMorgan, que protegió transacciones financieras fraudulentas provenientes del saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Ucrania y Venezuela. Se constató que el banco procesó más de cincuenta millones de dólares en pagos durante una década para Paul Manafort, exjefe de campaña del presidente Donald Trump. Este banco movió al menos 6.9 millones de dólares de Manafort durante 14 meses posteriores a su renuncia al cargo de asesor de Trump, en medio de escándalos de corrupción.
Movió más de mil millones de dólares para un financista prófugo responsable de un fondo en Malasia a quien la justicia acusó de un desfalco estimado en 4.500 millones de dólares.
También acogió más de dos millones de dólares de un magnate venezolano de la energía, cuya empresa fue acusada de engañar al gobierno bolivariano y provocar apagones eléctricos que paralizaron parte del país y de los cuales se lucró. A pesar de las denuncias y de las promesas del banco de establecer controles más efectivos, las transacciones oscuras siguen pasando a través de la ventanilla.
Aun así, el 62 por ciento de los informes de sospechas del Departamento del Tesoro, recopiladas en sus archivos, corresponden al Deutsche Bank, con 1.3 billones de dólares en transferencias sospechosas. Todos estos bancos obtuvieron jugosas comisiones por estas gestiones, lo que explica la elevada tasa de utilidades obtenidas anualmente, aún ahora, en plena pandemia.
Algunos bancos siguieron manteniendo estas actividades a pesar de que cursaban investigaciones por lavado de dinero. Estas transacciones ilícitas, que involucran fraudes financieros, ingreso de fortunas obtenidas mediante el narcotráfico y escándalos de corrupción, se han hecho con clientes de al menos 170 países.