Moscú vuelve a exigir explicaciones a Berlín en cuanto a la situación del supuesto envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalny. La Cancillería rusa asegura que la parte alemana se rehúsa a ofrecer ayuda jurídica en el caso y añade que se trata de un ataque propagandístico. De esta forma responde a las amenazas de imponer sanciones contra Rusia, hechas por el ministro de Exteriores alemán.