“Amnistía Internacional (AI) pide al nuevo Gobierno de Biden que actúe de inmediato para poner fin a las violaciones de derechos humanos perpetradas por el Gobierno estadounidense”, pidió la oenegé el sábado, urgiendo a que “el presidente electo (Joe) Biden y el Congreso de EE.UU. prioricen una agenda humanitaria audaz”.
Amnistía, en concreto, refutó “la detención y la separación de niños y sus familias que buscan seguridad”, rechazando la política migratoria del saliente presidente estadounidense, Donald Trump.
Por su parte, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) instó la misma jornada a Biden a aplicar inmediatamente “políticas que apoyen los derechos de las personas a vivir con dignidad, expresar sus opiniones” y “ver a un médico sin temor a la discriminación o la ruina económica”.
HRW, de igual modo, enfatizó la necesidad de una “legislación rápida que aborde la pandemia del coronavirus”, causante de la COVID-19, que ha dejado más de 238 000 muertos en el país norteamericano, por lo que se critica a Trump por la negligencia y la mala gestión de la enfermedad infecciosa.
Asimismo, solicitó una legislación contra “el racismo sistémico y que rectifique los daños y las injusticias en los sistemas penales y de inmigración”.
Varios activistas y organizaciones alertaron que la situación de los derechos humanos en EE.UU. empeoró en gran medida bajo el Gobierno de Donald Trump.
De hecho, la Administración de Trump se ha caracterizado por un marcado populismo que trajo años oscuros para refugiados, minorías, migrantes y comunidades indígenas.