A través de un comunicado emitido este sábado, la portavoz del Ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajarova, ha anunciado que Moscú ha impuesto las nuevas sanciones en represalia por los embargos del Reino Unido en el llamado caso Magnitski.
En julio pasado, Londres impuso embargos contra 25 rusos por la presunta “tortura y muerte” del abogado ruso Serguéi Magnitski, quien realizó denuncias de posible corrupción en los más altos niveles del Gobierno ruso; fue detenido en 2008 y acusado de conspiración y evasión de impuestos. Él falleció en 2009 en un centro de detención en Moscú (capital rusa) por insuficiencia cardíaca aguda, inflamación cerebral y pulmonar.
“En respuesta a las acciones inamistosas de las autoridades británicas, así como basándose en el principio de reciprocidad, Rusia tomó la decisión de imponer sanciones personales a 25 representantes del Reino Unido a los que se prohíbe la entrada en el territorio de la Federación de Rusia”, se lee en el texto de la Cancillería rusa.
Conforme a la diplomática rusa, Rusia ve tales sanciones de Londres como una intervención en sus asuntos internos y una forma de ejercer presiones contra su sistema judicial.
“Volvemos a llamar a los dirigentes del Reino Unido a abandonar una línea de confrontación totalmente infundada contra nuestro país”, ha subrayado Zajarova.
Las sanciones británicas prohibieron que las figuras rusas sancionadas ingresaran al Reino Unido, congelaron sus activos potenciales en este país y les impidieron realizar negocios tanto en el Reino Unido como con intermediarios británicos.
Moscú en aquel momento denunció las sanciones y dijo que el sistema legal de Rusia es independiente de los individuos y está “guiado únicamente por la ley”.