Héctor Alejo Rodríguez*.— En el portal digital Misión Verdad fue publicado un intento de “primer análisis de los resultados electorales” con fecha 7 de diciembre donde se formulan algunas opiniones sobre los resultados obtenidos por el PCV y la APR. Vale la pena realizar un examen crítico de las principales ideas aquí expuestas, por tratarse de generalizaciones que dentro de los sectores gobierneros se difunden con el fin de menospreciar el resultado electoral del PCV y desde allí querer demostrar un supuesto fracaso político de los comunistas venezolanos.
Hacer estas reflexiones tomando como base la publicación de un aparato propagandístico al servicio del gobierno como misión verdad, resulta útil además para exponer realidades que estos mercenarios de la investigación se esmeran en ocultar, debido a que su fin no es decir la verdad sino elaborar un producto acorde de las necesidades de quienes les pagan.
No seguiremos el orden de la exposición del artículo, iremos tomando y analizando sus ideas de acuerdo a nuestro interés de explicar la política del PCV que ellos persiguen tergiversar.
Lo primero es revisar las causas que motivaron al PCV a construir en conjunto con otras fuerzas políticas y sociales La Alternativa Popular Revolucionaria y presentarse como fórmula independiente en las elecciones. Al respecto el artículo de MV dice: “El PCV demostró, ahora en cifras, que pudo conseguir más curules si seguía en alianza con el GPP. Queda registrado también que es falsa la creencia de la ruptura de la polarización, menos desde la izquierda. También queda en evidencia que las sediciones electorales desde el chavismo están condenadas al fracaso.”
Para ellos- siguiendo naturalmente la narrativa de la cúpula del gobierno- el PCV crea la APR y presenta una propuesta independiente para las elecciones con el fin de conseguir más curules, romper la polarización y dividir al chavismo.
Esta fue en resumen la esencia de la campaña que ellos divulgaron ampliamente a través de medios públicos y plataformas digitales en contra el PCV y la APR, con el fin de ocultar tras los señalamientos de oportunismos electoralista y divisionismo las verdaderas causas que motivaron al PCV y a las organizaciones políticas y sociales de la APR construir una opción electoral alternativa e independiente al PSUV.
Nosotros por supuesto no contamos con la posibilidad de ir a los medios públicos para explicar nuestras razones, la censura fue el complemento necesario de la difamación pública.
Lo primero que debemos aclarar, es que el PCV viene de obtener en las elecciones parlamentarias del 2015 una votación de 113.000 votos, representando un 0,8% del total de votos escrutados. Es completamente absurdo señalar que el PCV buscaba con su participación independiente obtener más diputados, cuando su base real de votación histórica no le alcanzaba.
Aún con conociendo de estos datos, los señores de MV llegan al absurdo de afirmar que lo que pretendía el PCV y la APR era saltar de su votación base de 0,8% del 2015 a un 20, 30 o 40% en el 2020 bajo las adversas condiciones de desigualdad y ventajismo que imperaron en la contienda electoral.
La realidad es que el PCV no se detiene en análisis electoreros al tomar sus decisiones. No fue nunca la cantidad de diputados a obtener la cuestión de fondo en los debates internos del PCV, sino la adopción de una política útil a los intereses de la clase trabajadora. Si hubiese sido el número de diputado el criterio, el PCV no tenía mejor opción que ir en alianza con el psuv y pecar así de oportunismo electoralista.
Con estas acusaciones contra el PCV, MV lo que busca es borrar del debate público las causas reales del surgimiento de la APR. Por ello nunca dijeron una sola palabra del incumplimiento del Acuerdo Marco Unitario PSUV-PCV suscrito por una comisión del BP-PCV en representación de la Conferencia Nacional y la delegación del PSUV encabezada por el mismo presidente de la Republica Nicolás Maduro. Este acuerdo fue adoptado en el marco de las elecciones presidenciales 2018 y tenían como fin establecer unas bases programáticas mínimas para el próximo gobierno que sería electo. Dicho Acuerdo no solo no fue cumplido por el Gobierno y el PSUV en ninguno de sus puntos, sino que adicionalmente la política gubernamental empezó a dirigirse aceleradamente en una tendencia contraria al contenido del mismo.
El compromiso de detener la bonificación de los salarios, fue burlado mediante la regularización de las medidas salariales compensatorias, se eliminaron por decreto las convenciones colectivas de los trabajadores, la tendencia a la bonificación del salario terminó de pulverizar las prestaciones sociales, ahorros y vacaciones de los trabajadores. Los despidos ilegales que el acuerdo planteaba resolver, no solo no fueron atendidos sino que se incrementaron con el agravante de las políticas represivas del estado que criminaliza y judicializa todo tipo de protesta obrero-sindical.
Las propuestas para proteger el poder adquisitivo del salario se abandonaron con la liberación de precios y la dolarización de facto de la economía, dando cancha libre a la especulación y la usura capitalista. Se avanzó en una política privatizadora de empresas y retornos de tierras a latifundista y capitalistas agrarios. Ninguna de las causas campesinas planteadas en el acuerdo fueron atendidas y resueltas, todo lo contario crecieron los casos de desalojos de familias campesinas en favor de latifundistas.
Estas fueron las causas objetivas que hicieron imposible un acuerdo electoral del PCV con el PSUV-GPP, precisamente porque no se trataba de oportunistas cálculos electorales, sino de la defensa de los intereses y derechos de la clase trabajador de la ciudad y el campo. El PCV a riesgo de repetir su votación del 2015 y quedarse sin parlamentarios, decidió ser consecuente con su política revolucionaria y avanzar en la construcción de un referente para el reagrupamiento de las luchas obreras, campesinas, comuneras y populares a fin de hacer frente al avance de una política de contenido reformista y anti-popular que cargaba sobre las espaldas del pueblo trabajador todo el peso de la crisis capitalistas y las sanciones imperialistas.
Al respecto de los resultados electorales obtenidos por el PCV el 6-D, los genios de MV aseguran lo siguiente: “Esta jornada electoral tuvo un nuevo hito: el decepcionante saldo para el PCV, con apenas 2,74% de los votos, logrando incluso menos votos que Copei. El PCV alineó bajo su tarjeta a la alianza llamada APR y se disponía a quebrar al chavismo oficial desde la izquierda. Pero su separación del GPP solo expuso la dimensión real de su volumen de seguidores.”
Dicen que nuestra votación fue decepcionante porque además estuvimos por debajo de la votación de COPEI y prácticamente no cumplimos nuestro supuesto propósito de “quebrar al chavismo oficial desde la izquierda”.
Finalizan su análisis diciendo que el resultado, según ellos, nos puso al descubierto: “el PCV demostró no tener orgánica“, “lo que se entiende en Venezuela como trabajo político de base.” Luego afirman que nuestra campaña no se basó en una oferta electoral sólida, sino que tuvo como eje la victimización y aupar el descontento con el fin de capitalizar votos. Es decir, desarrolla en todas sus aristas la narrativa de una supuesta política electoral oportunista del PCV.
Esta gente quiere vender la idea de que en Venezuela existe un sistema político que funciona al margen de la lógica de las democracias liberales-burguesas. Quien los lee tendrá la impresión de que el PSUV y los partidos de la derecha obtienen su votación de la simple militancia política y partidaria, donde son las ideas y las propuestas las que movilizan el voto y los recursos financieros juegan un papel secundario. Por lo que afirman, cualquiera podría creer que el PCV, el PSUV y los Partidos de la derecha compitieron en completas condiciones de igualdad.
Pero no funciona así, las elecciones en nuestro sistema político burgués se caracterizan por desarrollarse en condiciones de desigualdad entre las fuerzas que compiten. En Venezuela también la magnitud de los votos obtenidos está en relación directa del musculo financiero de las organizaciones que participan. Todos sabemos, excepto la gente de MV, que en el mundo capitalista tienen más opciones de ganar elecciones los Partidos que reúnan más recursos financieros.
En esta realidad, el PCV se enfrentó a un doble obstáculo que limitaba aún más sus posibilidades frente a las listas del PSUV y de la oposición:
La primera son las limitaciones de recursos financieros para el desarrollo de la campaña y por tanto para llevar sus propuestas a una base más amplia de la población. A eso se suma la dolarización de los precios de la publicidad electoral en contra posición al deterioro de los salarios de los trabajadores quienes a través de sus aportes voluntarios representan el principal soportes de la campañas del PCV.
A esta limitación, la cúpula del gobierno agregó un segundo obstáculo al PCV. Aplicó una política implacable de censura a nuestras propuestas electorales para que no pudieran tener difusión en los medios públicos. Mientras el PSUV y la oposición se pusieron de acuerdo en la mesa de diálogo sobre las garantías del proceso electoral, el PCV fue excluido de todas ellas y en especial la referida al acceso equilibrado a medios de comunicación.
El PCV con sus limitados recursos y además atados de manos por la censura comunicacional, tuvo que competir con el caudal gigantesco de recursos invertidos principalmente por el PSUV y en menor valía por la oposición. El pueblo venezolano fue testigo del derroche incalculable de recursos en tarimas, sonidos, pantallas electrónicas gigantes, vallas publicitarias, publicidad pagada en medios digitales como YouTube, Instagram y Facebook, publicidad paga en televisión y radio, producción de video clips, transporte para movilizaciones, logísticas y todo el gasto que implicó la movilización de la maquinaria electoral. Porque los farsantes de MV nos quieren convencer que el PSUV obtiene sus votos del trabajo de masas, pero encubren la enorme inversión de recurso económicos que cuesta sostener el funcionamiento de la maquinaria electoral del partido de gobierno.
En menor cuantía, los partidos de derecha realizaron su inversión económica para asegurarse publicidad en televisión, radio, medios digitales y llevar a cabo eventos donde regalaban diferentes productos a la población. Pero además contaron con el apoyo del gobierno que le permitió divulgar ampliamente sus propuestas por los medios de comunicación públicos.
El PCV en cambio tuvo como motor de su campaña la fortaleza de sus propuestas y la capacidad de entrega militante de sus candidatos y activistas de todas las organizaciones de la APR.
El PCV, acusado durante la campaña de recibir financiamiento de la USAID y del expresidente de PDVSA Rafael Ramírez, no pudo pagar publicidad en redes sociales, televisión y radios privada. Los costos en dólares para colocar la propaganda electoral en esos espacios era imposible de ser costeadas por los modestos recursos de las organizaciones de la APR. Nuestra ofensiva electoral estuvo soportada en la propaganda popular de elaboración propia con trabajo voluntario y los recorridos de calle para el contacto directo con la población.
Pese a esta desigualdad abismal en las condiciones de participación electoral y el abusivo ventajismo oficial, el PCV y la APR lograron la proeza de romper el cerco y obtener una votación memorable que nos permitió ser la 4ta lista más votada por encima de tres (3) lista de oposición que contaron con mucha publicidad y recursos: la de Soluciones de Claudio Fermín, Pro-Ciudadanos de Leocenis García y el MAS.
El PCV logró obtener 170 mil votos que representó el 2,73% del total, siendo la 6ta votación más alta de los 25 partidos participantes. Es cierto que COPEI obtuvo más voto que nosotros como reseña MV, pero ninguno de los partidos del gran polo patriótico distinto al psuv, estuvo ni cerca de superarnos en votación y eso que contaron con el portaviones de recursos del PSUV para desplegar su campaña electoral.
Esta “decepcionante” votación del PCV fue la única que no bajó aún frente a la colosal abstención del 70%. Cuando se le compara con los resultados obtenidos en las elecciones parlamentarias del 2015 y 2010 e incluso si se toman de referencia la votación presidencial del 2018, verán que mientras el PSUV y los partidos de la derecha bajan estrepitosamente su votación, el PCV la incrementa.
Para misión verdad no existieron nunca las condiciones desiguales en la que el PCV tuvo que participar y mucho menos la censura comunicacional. Dicen que quedamos expuestos porque el resultado demostró que “el PCV no tiene orgánica”, es decir trabajo político de masa. Cuando fue precisamente el trabajo de masa del PCV y de las organizaciones de la APR la que hizo posible en condiciones tan desventajosas de censura y limitaciones de recursos, obtener ese 2,73% que nos permitió entrar al parlamento contra todos los pronósticos de la cúpula del gobierno.
Si el CNE hubiese cumplido con la adopción de un mecanismo de asignación de curules ajustado al principio de la proporcionalidad y pluralidad del parlamento, estaríamos hablando ahora no de un (1) diputado, sino de siete (7) u ocho (8) parlamentarios de la APR-PCV. Lamentablemente no fue así, y privó el mismo mecanismo desproporcional de asignación que concede ventaja al partido que obtiene la más alta votación. Eso es lo que explica porque el PSUV con el 69% de los votos se quede con el 91% de los escaños. Pero esto es otra discusión.
El PCV ha logrado una victoria importante frente al ventajismo, el cerco y la invisibilización. Luchando en contra de la corriente de los colosales recursos del psuv-oposición, la censura y la infamia anti-PCV, crecimos en nuestra votación y logramos entrar al parlamento.
Pero lo más importante que conquistamos fue la Alternativa Popular Revolucionaria, como referente genuino para el reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias. Un bloque de fuerzas no para quitarle votos al psuv, como dicen la lógica oportunista electorera de misión verdad, sino para organizar la ofensiva obrera, campesina, comunera y popular contra el ajuste económico anti-popular, privatizador y flexibilizador de los derechos laborales en beneficio de los capitalistas.
*Héctor Alejo Rodríguez, Miembro del BP y del Departamento de Política Internacional del PCV