Durante el congreso de las organizaciones sociales del Trópico de Cochabamba (centro), el exmandatario ha pedido a los seguidores del Movimiento al Socialismo (MAS) “cuidar” al actual mandatario de Bolivia, Luis Arce, frente a las posibles agresiones, incluido un golpe de Estado, de la derecha y sus aliados.
“Sigue vigente el tema del golpe, es una lucha ideológica, programática, es una lucha cultural, social comunal y claro, una lucha electoral”, ha manifestado el líder indígena que gobernó durante 14 años el país andino.
Morales también ha subrayado la importancia de defender el “proceso de cambio” para que la nueva Administración pueda recuperar el país de varios problemas. “En corto tiempo hemos demostrado que Bolivia tenía mucha esperanza, mucho futuro, pero confianza también en sus movimientos sociales” ha agregado.
Conforme al también líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Arce y su gabinete luchan por los intereses de la mayoría, por los derechos colectivos, mientras que los que buscan derrocar al actual Gobierno tienen intereses particulares.
En otra parte de sus declaraciones, el líder indígena ha acusado a la exmandataria interina de Bolivia Jeanine Áñez de haber cometido delitos de “lesa humanidad” contra los habitantes del trópico, especialmente durante la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, “lo que hizo el gobierno de facto con el trópico es un delito de genocidio, imagínense, sin combustible, sin bancos, sin comercio” ha señalado Morales.
En esta misma línea, ha dicho que todas las medidas del anterior gobierno golpista tuvieron como objetivo postergar las elecciones presidenciales, en las que Arce se hizo con la mayoría de los votos.
Durante el mandato de Añez se autorizó la asignación de más de 5 millones de dólares para comprar agentes químicos a fin de reprimir las protestas en su contra, en vez de invertir en el sector de la salud en plena pandemia, entre otros actos irresponsables.
En 2019, la Administración estadounidense y la oposición boliviana orquestaron un golpe de Estado contra Morales, suceso que derivó en la renuncia de Morales para evitar más actos violentos; sin embargo, regresó a su país el pasado 9 de noviembre después de que el MAS, con Arce como presidente, ganara las elecciones de Bolivia.