La víctima, identificada como Awadalá Shehade, de 35 años, se encontraba frente a su casa en la ciudad de Qusra, en el sur de la gobernación de Nablus, en la Cisjordania ocupada, cuando los militares israelíes le dispararon la noche del viernes.
“Le dispararon varias veces a quemarropa, hiriéndolo con varias balas en el pie y el dorso”, ha comentado el hermano de la víctima a la agencia estatal palestina de noticias Wafa.
Luego, ha agregado el testigo, los soldados detuvieron a Awadalá y en una ambulancia israelí lo llevaron a un paradero desconocido.
El portal Palestinalibre.org, una organización palestina no gubernamental, afirma que disparar a quemarropa es una “práctica habitual” y “avalada” entre las fuerzas israelíes.
La reciente violencia ocurrió dos días después de que una patrulla militar israelí asesinara a un joven trabajador de la ciudad palestina de Tubas, en el norte de la ocupada Cisjordania, e hiriera a otros cinco palestinos al embestirlos en el norte del valle del Jordán.
En un informe publicado el martes, la organización pro derechos humanos israelí B’Tselem indicó, por primera vez, que el régimen sionista se ha convertido en “un régimen de apartheid […] por promover y perpetuar la supremacía de un grupo, los judíos, sobre otro, los palestinos”.
La oenegé israelí explicó que el régimen de Tel Aviv promulga, desde hace tiempo, políticas y leyes discriminatorias para afianzar su control, su segregación y su dominación sobre la población palestina.
