El sábado, Daesh llevó a cabo un ataque en la provincia central de Salah al-Din, en Irak, en el que acabó con la vida de 11 fuerzas populares iraquíes, según informó la Oficina de Información de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak.
Una fuente de seguridad iraquí, citada este domingo por la agencia local de noticias Al-Ahd, ha indicado que este ataque terrorista “se llevó a cabo con el apoyo directo y la planificación del Ejército estadounidense”.
El informante, que habló bajo condición de anonimato, ha dicho que las cámaras térmicas pertenecientes a las Al-Hashad Al-Shabi captaron el aterrizaje, en días recientes, de varios helicópteros de EE.UU. en la montañosa región de Hamrin.
De hecho, ha señalado, los ocupantes estadounidenses parecen haber transferido armas y equipo militar para apoyar a los grupos terroristas. “Daesh utilizó una variedad de armas pesadas durante el ataque”, ha enfatizado.
A este respecto, la fuente ha denunciado que las fuerzas estadounidenses continúan apoyando a los grupos terroristas para perturbar la seguridad de Irak y poder recuperar el control de algunas áreas de la norteña provincia de Salah al-Din.
Cabe destacar que este último ataque contra las fuerzas iraquíes es la segunda agresión perpetrada por Daesh en esta semana. El pasado jueves, la banda takfirí también llevó a cabo un doble atentado suicida en Bagdad (capital iraquí), que se saldó con 32 muertos y 110 heridos, conforme a fuentes oficiales.
Aunque Irak proclamó en diciembre de 2017 el fin de la guerra contra Daesh, remanentes de este grupo ultraviolento siguen operando en el territorio iraquí a través de células durmientes.
Entretanto, Bagdad apunta el dedo acusador contra EE.UU. por los recientes ataques y denuncia que Washington apoya a Daesh para perpetrar atentados con el objetivo ulterior de desestabilizar el país árabe, en línea con sus planes imperialistas y para favorecer al régimen israelí.