En una rueda de prensa, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajarova, señaló el jueves que las sanciones que impuso el martes el Parlamento de Ucrania a Nicaragua, por el nombramiento del cónsul honorario nicaragüense en la península de Crimea (Rusia), son propias de un “acto de desesperación”.
Desde 2017, Kiev y Managua no son socios comerciales, por tanto, “no hay nada que se pueda sancionar”, acentuó la vocera rusa.
Subrayó, a continuación, que Crimea es una parte de Rusia, por tanto, “la apertura de representaciones consulares de Estados extranjeros en el territorio de Rusia es una cuestión de nuestras relaciones bilaterales con esos Estados, no compete a terceros países, incluida Ucrania”.
Entonces, la diplomática rusa llamó a las autoridades de Kiev a dejar de intentar influir en los contactos bilaterales entre Rusia y otros países.
El consulado de Nicaragua es la primera representación diplomática extranjera en la península de Crimea, desde su adhesión a la Federación Rusa en 2014, en un referéndum donde más del 96 % de los votantes apoyó esta opción.
Crimea es la principal fuente de tensión entre Moscú y Kiev. Tiene más de 2500 kilómetros de costa y está unida al resto del continente europeo únicamente por el istmo de Perekop, que tiene unos 8 kilómetros de ancho. En mayo de 2018, Rusia inauguró un puente de 17 kilómetros de largo, que une a la península al resto del territorio ruso a través del estrecho de Kerch.
Mientras tanto, Ucrania, que no ha reconocido la anexión y considera que la península de “Crimea es un territorio ocupado”, ve una “vulneración de su integridad territorial” en las acciones de Moscú.
Como a Crimeia o Donbass é Russia, é altura da russia reconhecer e receber no seu seio Lugansk e Donietsk, e acabar com o sofrimento desses russos às mãos do ocupante fascista ucraniano. Acorda Russia, faz o que te compete fazer, acolhe os teus cidadãos em perigo e dá protecção conforme deves.