El asesinato de Francisco Martínez por un carabinero que le disparó porque se resistió durante un control de identidad ha vuelto a desatar una masiva protesta. Varios manifestantes se han enfrentado a la represión policial en la capital, Santiago, y Valparaíso.
No faltaron los cañones de agua y los gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que reclaman justicia para el malabarista callejero. Por el momento, la justicia ha ordenado el arresto domiciliario, durante la investigación, del carabinero que disparó a Francisco Martínez.
Mientras en las redes sociales sectores políticos y sociales de Chile demandan la desarticulación de los Carabineros, en una rueda de prensa el presidente volvió a manifestar su apoyo a esta institución militarizada.
La Policía ha sido criticada por la violencia injustificada de sus agentes, y acusada de violar los derechos humanos en el marco de su actuación represiva de las manifestaciones que estallaron en octubre del 2019. En los primeros dos meses del estallido social disparó cerca de dos millones de perdigones a la población.