Los mercados, así como las escuelas y oficinas, han dado inicio a sus actividades y la vida se ha abierto paso con plena normalidad después de que cesara el asedio.
Los milicianos kurdos y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por EE.UU., habían impuesto un cerco a las zonas controladas por el Gobierno sirio como Al-Hasaka, en una clara violación de todas las leyes internacionales.



