En el contexto de las provocaciones de Japón con respecto a la afiliación territorial de las cuatro islas Kuriles, Rusia se vio obligada a comenzar a desplegar sus potentes y modernos sistemas de guerra electrónica para contrarrestar las posibles amenazas de este país. La aparición de equipos de guerra electrónica alarmó casi instantáneamente a Japón, ya que, obviamente, los complejos claramente interfieren con el funcionamiento del equipo del ejército japonés.
Según la información de que dispone el recurso de información y noticias Avia.pro, los complejos rusos «Leer-3» y los vehículos aéreos no tripulados de reconocimiento «Orlan-10» están desplegados en las islas de Iturup y Kunashir. Esto permite a Rusia no solo monitorear la situación, sino también, si es necesario, bloquear las comunicaciones.
“En la parte de la 18ª división de las Fuerzas Armadas de Rusia en Iturup y Kunashir, los sistemas de guerra electrónica más nuevos,“ Leer-3 ”, se hicieron cargo del servicio de combate. Estos complejos están diseñados no solo para la guerra electrónica, sino también para la inteligencia electrónica.
Además, se han desplegado sistemas aéreos no tripulados en las islas, que pueden usarse en combinación con activos de reconocimiento terrestre. Incluso el ejército estadounidense no tiene medios tan prometedores de guerra electrónica y reconocimiento electrónico; incluso pueden registrar señales de teléfonos móviles, reconociendo instantáneamente el proceso de designación de objetivos.
Con la ayuda de dicho equipo, es posible interrumpir las actividades de las redes móviles avanzadas con un alto grado de protección. Incluso los sistemas de comunicaciones japoneses más nuevos, que tienen un alto grado de protección, están en peligro. Solo el ejército ruso tiene tal arma «, — informa la edición japonesa «Sankei Shimbun»
En Japón, protestaron contra tales acciones, ya que los poderosos sistemas de guerra electrónica rusos ya no tienen análogos en el mundo, y es completamente inútil combatirlos por cualquier otro medio.
