Ya ha transcurrido un año desde la firma del acuerdo entre Talibán y Estados Unidos, en Catar, trato que debería poner fin a la guerra en Afganistán. Pero en la práctica, la violencia y el derramamiento de sangre han aumentado en el país, invadido hace 20 años por Estados Unidos.
El acuerdo establecía la retirada de Estados Unidos de Afganistán, en 14 meses, es decir el próximo mayo. A cambio, Talibán había aceptado romper sus lazos con grupos terroristas y cesar sus ataques a fuerzas gubernamentales, entre otros.
A Tras su llegada al poder, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que el acuerdo debería ser revisado. Por su parte, Talibán ha dicho que podría también reevaluar sus compromisos, si Estados Unidos no se retira de Afganistán en el tiempo determinado.
Los afganos llaman a las partes en conflicto a actuar independientemente de las intervenciones extranjeras, para construir una paz duradera.
Estados Unidos atacó Afganistán en 2001, bajo el pretexto de combatir el terrorismo, que ellos mismos habían creado a finales del siglo XX, para contrarrestar a la Unión soviética. Dos décadas de invasión han dado como resultado más destrucción, caos y cultivo de narcosustancias en Afganistán. Esto sin que Estados Unidos haya podido derrotar a Talibán, grupo que ha ampliado su poder en los últimos años.