“En violación del derecho internacional y de la Carta de la ONU”, EE.UU. está llevando a cabo ataques aéreos en Siria, ocupa grandes territorios del país árabe y “apoya abiertamente a los grupos armados ilegales”, contribuyendo así al auge de la actividad terrorista, denuncia una declaración conjunta de la sede de coordinación ruso-siria para el retorno de refugiados.
La declaración también sostiene que, pese a los esfuerzos de Damasco por restaurar la vida pacífica en el país, Washington y sus aliados continúan aplicando una política de sanciones contra Siria dirigida a obligar a su población a seguir las instrucciones de los países occidentales.
De hecho, según denuncian Moscú y Damasco, todas las medidas adoptadas por los países occidentales no tienen nada que ver con la guerra contra el terrorismo, siendo su verdadero objetivo el saqueo de la riqueza nacional de un estado miembro soberano de Naciones Unidas.
“Para ello se están utilizando activamente mecanismos para dividir el país y se está reforzando la presencia militar estadounidense en la parte noreste de Siria, rica en materias primas de hidrocarburos”, reza la declaración, que advierte que la presencia ilegal de contingentes militares de países occidentales y sus actividades desestabilizadoras en la república árabe requieren la atención primaria de toda la comunidad mundial.
